Al calor de las noticias (veintitrés de diciembre de 2014)

Hoy el mundo jurídico ha entrado de lleno en nuestra afamada prensa, de una parte el encausamiento de la infanta Cristina de Borbón, de otra parte la admisión a trámite de la querella contra Mas, Ortega y Rigau por la consulta sobre el futuro de Catalunya en España del 9-N; en Madrid manda la decisión del Juez Castro, así abre El País, El Mundo y La Razón, mientras que el monárquico ABC opta por el gordo, supongo que para ellos fervorosos monárquicos no es grato poner la foto de Cristina, es mejor entonces poner una foto con un décimo del gordo de la lotería; en Barcelona prima la querella del fiscal,  es con lo que abre Ara y El Periódico, El Punt Avui y La Vanguardia.

El asunto estelar, mande o no en las primeras páginas, es la decisión del juez José Castro de llevar a juicio a la hija del rey Juan Carlos y a la hermana del rey Felipe VI como cooperadora necesaria en dos delitos fiscales atribuidos a su marido, Iñaki Urdangarin, en los años 2007 y 2008 como consecuencia de los trapicheos con los que el Instituto Nóos, una entidad sin ánimo de lucro, conseguía contratos sufragados con dinero público, que tiene como importancia que es la primera vez que se procesa a una infanta, por eso creo que todos los diarios se pronuncian editorialmente, y nos dicen que el Juez no tenía otra solución, pero alguna salvedad habría que tener, y ahí tenemos hoy a La Razón como defensor a ultranza de la posición del fiscal, y como telón de fondo claro de la posición del gobierno Rajoy, que hizo una apuesta total por no encausar a la infanta. Cuatro diarios, además, reclaman a la única infanta universitaria de España, que, en el brete de tener que sentarse en el banquillo de los acusados, renuncie a sus derechos sucesorios, y como acertadamente dice El Periódico, de lo que se trata es de dilucidar si la esposa de Urdangarin supo de sus manejos y se lucró con ellos.

Con respecto a la actitud de la infanta, La Vanguardia nos da este razonamiento: “Está ahora en la mano de la infanta evitar que ese daño a la Corona siga produciéndose. Y, por tanto, debería evitarlo. Un gesto muy significativo por su parte sería sin duda la renuncia a los derechos dinásticos que le corresponden, siendo como es la sexta persona en la cadena sucesoria.”

Viniendo a Madrid, tenemos el editorial de ABC, titulado "El dilema de la infanta Cristina", se nos hace este razonamiento: "Su renuncia a los derechos sucesorios no servirá para mejorar su posición ante el tribunal que la juzga, pero sí será un ejercicio de lealtad a su hermano, el rey Felipe VI, a quien una negativa de doña Cristina a dicha renuncia puede emplazarlo a tomar iniciativas severas al respecto…..Ante esta coyuntura histórica de la Corona, doña Cristina debe responder como infanta de España y no como esposa de un defraudador".

Por su parte El Mundo, con un editorial titulado "Una decisión que demuestra que la ley en España rige para todos", en el que también se emplaza a la renuncia de Cristina: “En esas circunstancias, debería valorar de nuevo la oportunidad de renunciar a sus derechos dinásticos. Es muy probable que mañana, Felipe VI, en el que será su primer discurso de Nochebuena a los españoles, haga alguna alusión a los problemas judiciales de doña Cristina, igual que hizo su padre hace tres años. Lo ideal sería que, en ese momento, su hermana se hubiera apartado ya de la línea sucesoria. Es un asunto que le corresponde decidir exclusivamente a ella, pues queda fuera del ámbito de decisión del Monarca".

Pero el que va más allá es El País, que titula en primera "Que hable el Rey" y dentro "Renuncia y explicación". Tras recordar que desde el 2011 Juan Carlos intenta que su hija ayude a preservar la Corona del escándalo divorciándose de Urdangarin o renunciando a sus derechos --lo que ella descarta porque supone una aceptación implícita de culpabilidad-- el diario reclama editorialmente por tercera vez la renuncia de la infanta. Y remata: "Y no solo eso. Los españoles están esperando escuchar de boca del Rey una declaración firme sobre la necesaria regeneración democrática, incluida una explicación sobre la acusación a su hermana. (...) Es cierto que, constitucionalmente, solo corresponde a la infanta la decisión de renunciar a sus derechos. Pero no es menos cierto que Felipe VI tiene que enviar un mensaje a los ciudadanos, como hizo su padre hace tres años. Y el mensaje tiene que ser este: que los principios que proclama deben aplicarse también a su hermana, aunque ya no pertenezca a la familia real".

Y claro no tengo otro remedio, que dar cuenta de lo que dice La Razón, que rompe la baraja de la unanimidad sobre la renuncia de la infanta, no solo no pide que no renuncie a sus derechos, con un titular de su editorial bastante explícito: "Desigual ante la ley. La dignidad de la justicia hubiera sido mejor servida respetando los derechos de las infantas"; maldice que Cristina se vea sentada en el banquillo, llegando a decir, con algo de soberbia que “empleado una doble vara de medir, abonándose a la idea de la defensa de que se aplique la ley y se respete la doctrina jurisprudencial, es decir que se le aplique la doctrina Botín, pues me temo que tanto la defensa como los editorialistas de La Razón pecan de soberbia jurídica, y lo digo en una cuestión que parece que no caen en la cuenta, el argumento básico es que perjudicado y victima eran la misma entidad, así que si no había acusación fiscal no era posible la condena, eso es en esencia y a brocha gorda, ahora no existe esa concomitancia entre víctima y perjudicado, las victimas somos todos los ciudadanos españoles, en tanto que Hacienda somos todos, por lo que difícilmente se puede hablar de que esa doctrina jurisprudencial es aplicable al caso, y si la defensa y sus defensores siguen en esa dinámica, temo muy mucho que será condenada en la sentencia que dimane del juicio oral.

La otra gran noticia es la admisión a trámite de la querella fiscal por los acontecimientos del 9-N, así tenemos que La Razón, ABC y El Mundo aplauden con distinto fervor editorial que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) haya admitido a trámite las querellas contra Mas por la consulta sobre del 9-N. "Es muy saludable para la confianza de los ciudadanos en la justicia que el tribunal catalán no se haya contaminado por la fiebre nacionalista, como pudo haber ocurrido con los fiscales", se lee en el último diario.

Por el contrario a El País no le ha gustado nada, nos recuerda que la decisión del TSJC fue tomada tras cuatro horas de debate y no por unanimidad, ya que el asunto es "discutible" y "litigioso" sino que políticamente "la judicialización del 9-N es la peor respuesta a las —por otra parte, pésimamente planteadas por las instituciones autonómicas— reivindicaciones de una parte de la sociedad catalana. Cuando no se sabe encauzar un problema político y se utiliza el entramado institucional para darle carpetazo en el área judicial, se duplica el problema político: al desafío original se le añade la evidencia de la incapacidad para encauzarlo sensatamente. Peor: se triplica, al dar alas al victimismo nacionalista. Lamentable".

Pero allende del Ebro me encuentro con un lamentable artículo de Antoni Bassas en Ara, que mezcla todo, banderas, jueces, 9-N y el discurso de Pablo Iglesias, que a costa de la frase que dijo en el mitin, en que dijo que ser soberano, ejercer la soberanía es decidir sobre la sanidad pública, y claro se conoce que esto le duele mucho, ya que nos dice que “el líder de Podemos ha recetado un remedio imposible: la refundación de España, cuando en España no hay una mayoría que quiera reconstituirse. De hecho, el Estado español se ha querellado contra un presidente que puso las urnas para preguntar por más libertad, sin que haya llegado ningún mensaje de solidaridad democrática. Señores Mas, Junqueras y constelaciones respectivas: ¿de verdad que ahora fallaremos nosotros?”, entonces ya vemos que para el señor Basas lo importante es votar si Catalunya se debe separar, y no decidir sobre si los servicios públicos deben ser ejercidos por los ciudadanos catalanes, donde el gobierno de Mas ha sido uno de esos arietes fundamentales en el desmantelamiento del estado de bienestar, con esa visión tan pacata de la soberanía es cuando nos damos cuenta de lo vacío de contenido que es la propuesta que defiende este señor, habría que recordarle que el menoscabo de libertades, se encuentra en todo nuestro territorio, en toda Europa, yo le digo que si deseo una reconstrucción total, y me reafirmo en mi condición de madrileño, mire usted por dónde.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La leyenda del avestruz

Al calor de las noticias (veinticinco de enero de 2015)

Al calor de las noticias ( diez de julio del 2015)