A un gobierno cautivo
A un gobierno cautivo quiero gritar, ya ni el hambre ni vivir bien le importa. me apena tanta cadena consentida, y que solo en la cama su dolor calma. Andan bramando con sus bocas, maldiciendo y odiando, pero nada escucho sobre tanto dolor, habiendo tantos hombres y mujeres que de frio mueren y que apenas para comer tienen, y tanto dolor ni respuesta tiene, ni escucho sus voces clamar contra tanto desvarío, y los que claman contra tanta avaricia, vituperados son, pero yo que puedo hacer si el pan me falta y una cama caliente para dormir.