Me duele mi tierrra
Esta tierra mía. que tanto me duele. hartas están las manos que cada día levantan, hartos están los dorsos que desean tener durezas; me duele tanta petulancia, me duelen sus palabras huecas, me duelen sus falsas compasiones. Cruel destino de que tanto mezquino se vanaglorie de su mezquindad, de tanto decirnos que esto ira mejor, se creerán sus propias mentiras. No sé si estamos ebrios, o estamos ciegos, o simplemente tenemos miedo, tengo mi sentimientos agotados. Tanto me dueles, que ya ni te reconozco, quizás borracho te entendería. Que misterio insondable cubre nuestros corazones, que insensibles volvimos, somos avestruces en una vida, que detestamos vivir, andan encendidas las luces rojas de nuestra acumulador de resistencias. Cuanto me dueles, y cuanto me duelen mis dedos escribiendo este amargo dolor