Mi Carta a Salvador Allende, víctima de una historia no contada
Querido presidente, mi emérito presidente, te escribe esta carta emocionado, desde una solitaria habitación de un barrio madrileño, donde se mezcla clases medias, como importantes bolsas de pobreza en este Madrid, víctima de esta nueva estructura neoliberal de las grandes metrópolis urbanas del capitalismo, y me pongo manos a la obra de plasmar tu figura política, y de cuya importancia histórica, no ha tenido la debida importancia para muchos de los analistas, pensadores, quizás enfrascados en relatar un mundo, que se nos escapa, quisiera evidenciar, amado presidente, que esto tiene el correlato de la desazones, que este humilde persona ve en las hojas de ruta que diferentes izquierdas tratan de caminar en estos comienzos del siglo XXI, y lanzar un grito poderoso contra tanto sinsentido que andamos viviendo. Tú, en tus tiempos fuiste testigo de hechos históricos que marcaron mis devenires en este mundo, tú fuiste el que marcaste mi nacimiento como emancipador, esa necesaria