Mi Carta a Salvador Allende, víctima de una historia no contada
Querido
presidente, mi emérito presidente, te escribe esta carta emocionado, desde una
solitaria habitación de un barrio madrileño, donde se mezcla clases medias,
como importantes bolsas de pobreza en este Madrid, víctima de esta nueva
estructura neoliberal de las grandes metrópolis urbanas del capitalismo, y me
pongo manos a la obra de plasmar tu figura política, y de cuya importancia
histórica, no ha tenido la debida importancia para muchos de los analistas,
pensadores, quizás enfrascados en relatar un mundo, que se nos escapa, quisiera
evidenciar, amado presidente, que esto tiene el correlato de la desazones, que
este humilde persona ve en las hojas de ruta que diferentes izquierdas tratan
de caminar en estos comienzos del siglo XXI, y lanzar un grito poderoso contra
tanto sinsentido que andamos viviendo.
Tú, en tus
tiempos fuiste testigo de hechos históricos que marcaron mis devenires en este
mundo, tú fuiste el que marcaste mi nacimiento como emancipador, esa necesaria
referencia que hace marcar mi vida como activista, fíjate amado presidente, a
fuer de parecer extraño, la guerra civil no marco tanto mi despertar, como esas
lecturas infatigables, cada vez que la revista Triunfo llegaba a mis manos, y
como fui capaz de remontarme en el tiempo, para buscar en los números atrasados,
así que tu entraste en mi vida como un huracán, y ese huracán se ha convertido
con el tiempo en el cimiento más sólido de toda mi vida, si sigo emancipador es
gracias a personas como tú, que labró la memoria viva de los emancipadores,
traidor para unos, uno de esos nombres, que escuchados por los grandes prebostes
del capitalismo, les hace temblar lo más
profundo de su ser, por eso es que te reivindico, por eso que mi maldito subjetivismo,
me hace escribir en estos tiempos tan duros, tan desoladores para nosotros, los
emancipadores.
Lejanos quedan
los tiempos en que el mundo andaba extasiado en la edad del oro, el mundo
andaba en fiesta, en aquellos años dorados de los años sesenta, pero cierta
ansiedad turbaba a algunos, pero comparados con estos tiempos, es evidente que
andaban en fiesta, ese mayo del 68 tan celebrado, que dando muchas cosas
buenas, nos trajo de la mano tempestades profundas, se celebraba los acuerdos SALT, en el que se
paraba algo la locura de una escalada militar, recuerdan, era la época de la
coexistencia, Nixon se daba un apretón de manos, otros hechos permanecían en el
anonimato, luego nos hemos enterado, por aquellos años funcionaba una cosa en
Europa, que se llamaba la red Gladio, dedicada, paradojas de la vida, a evitar
alternancias en los gobiernos, que produjeran cambios sustanciales, también por aquellos años se laminaba uno de
los pilares de Bretton Woods, y nadie, siquiera hoy, lo pone de relevancia, el gobierno
americano cambio el patrón oro por el patrón dólar, para así dominar su deudas
por la escalada de sus gastos militares, y tú en esas circunstancias llegaste
al poder, un día como el 4 de septiembre de 1970, fíjate que poco queda para
celebrarse el medio siglo de tu llegada al poder, y empezaste a hacer tus
reformas, confluían partidos de izquierda marxista con socialdemócratas,
independientes, radicales laicos e incluso cristianos, andaba a punto de ser desgajada, todo aquello de la
nacionalización de los recursos, la autonomía mapuche, el fomento de la
educación, la sanidad, la vivienda, la reforma agraria, la no dependencia de
los poderes económicos y, en definitiva, el intento de hacer un país más
moderno y justo moría con Allende aquel 11 de septiembre, más te debo decir que
recién llegado a Madrid, tuve que escuchar palabras bien duras, para ti, muchos
te consideraron un traidor, en tanto que
decía que habías impedido la revolución en Chile, extrañamente, o no tan
extraño sus hijos son los que encabezan lo que se da en denominar populismo de
izquierdas, encontrar vestigios emancipadores es toda una epopeya, pero tienen
el predicamento y el apoyo de mucha población.
Todavía me
resuenan en mi cabeza los sucesos del Estado Nacional de Chile, después de tu
muerte en aquellos fatídicos días, pero todo un plan minuciosamente elaborada,
llevaron a trece mil personas pasaron a las cárceles, donde todo tipo de
vejaciones, todos los atentados a la dignidad humana se cebaron, ese día te puedo decir, el día
que leí de tu muerte, fue sin duda de los momentos más tristes de mi vida, todavía
cuando lo recuerdo, unas lágrimas siempre me desbordan mis mejillas, este que
escribe es un ser humano, propenso a las emociones, y recuerda siempre con
pasión tu muerte y la de que sucedió a los pocos días, cuando salió a luz el fatídico
asesinato del gran Víctor Jara a la palestra, que refleja como poco la barbarie
que se iba a instalar en esas tierras.
El nombre de tu
coalición, Unidad Popular, ha quedado como uno de los grandes legados, pero decirte
que ya vale tanto para un roto como un descosido, es todo uno, pero esta carta,
no tiene ajustar cuentas con nadie, es poner sobre el tapete una cuestión, que
nadie ha puesto énfasis adecuado, es mi humilde y subjetiva opinión, a la vista
de las sucesivas derrotas que vamos teniendo en estos comienzos del siglo XXI.
Estamos en un
mundo que tiene los primeros síntomas de cansancio, que la locura del desarrollo
geométrico y exponencial de capitalismo hace temblar la vida en el planeta
tierra, ya tu sabes que su crecimiento debe y tiene que ser ilimitado, y con
ser esta situación gravísima, en el orden económico y político estamos asistiendo a cambios estructurales de
gran calado, los estados nación van perdiendo su soberanía, en materia económica
el poder de decisión se han trasladado a las bolsas, al poder financiero, ellos
dictan las reglas, ellos marcan nuestras vidas, en el orden político, los
estados se dedican a ir cavando con frenesí todo vestigio de la herencia de la
razón ilustrada, todo lo construido en esta atribulado mundo europeo, en los
siglos anteriores, se anda demoliendo con una piqueta, ya tu conociste como el
proceso de mercantilización de toda actividad humana avanzaba, ahora ya estamos
en la certificación evidente, que en esta sociedad si una actividad no está
mercantilizada, se le mando al cuarto oscuro, y queramos o no queramos todo lo
que hace un ser humano es mercancía, y pobres de aquellos seres humanos que
pretendan salir de esta espiral, como comprenderás estamos una vez más en el
rebrote de las religiones, como los refugios ante los sinsabores que esta
sociedad produce, el conflicto social se ha reducido a un conflicto individual;
asimismo te puedo decir que las grandes multinacionales se han expandido aún mucho
más, ahora sus centros se haya diversificados por todo el globo terráqueo, de muchas cosas más te podría hablar, pero esta carta tiene la pretensión se ser breve,
pero para que te hagas cabal idea, hay importantes bolsas de pobreza ya en
Europa, no es la pobreza africana, en que se nos siguen muriendo de hambre aún, es la profunda desigualdad de tener
que llegar a finales del mes, mientras otros se regodean en sus millones, y
encima se regodean de nuestro destino, en tanto que nos dicen que somos unos
fracasados.
Y ahora tengo que
dar rienda suelta a mi particular impresión, por eso es que escribo esta
escrita, para que sea de conocimiento público, y motivar un debate rico, sobre
todo, para que algunas cosas, que yo piense están fuera de lugar, es toda una
necesidad, en tanto que considero que hay que remontarse a este golpe
reaccionario la fuente de muchos males, el preludio de nuestras sucesivas
derrotas de todo tipo.
Incidir en esta
carta en las razones de la crisis del movimiento emancipador no es lugar
apropiado, pero sí creo que ante la evidencia de que no tenemos respuestas,
dada nuestra crisis ideológica, hemos abandonado muchas tradiciones, que
deberían ser motivo de orgullo para todos nosotros, y creo que el golpe de
estado contra Allende es presa de esa circunstancia, en la que yo me siento tan
culpable, para mí, en esos tiempos no fue más que un golpe de estado militar,
que quería acabar con un gobierno de izquierdas, pero con el paso del tiempo,
para mí, se ha convertido en un salto cualitativo de indudable importancia, ese
golpe querido presidente no fue un golpe más, tiene la virtualidad del comienzo
de una nueva etapa en el capitalismo en el orden político, en donde una nueva
elite ha tomado el poder accedió el poder, y su progresión posterior es
consecuencia del laboratorio que tu tierra sufrió, se ha extendido una nueva
forma de ver el estado, de ver las estructuras políticas, para hacer viable el
estado capitalista.
Esa nueva elite política,
que ahora la podemos englobar bajo el epígrafe del neoliberalismo, se desarrolló
bajo las doctrinas económicas de Milton Friedman, y en lo ideológico han
heredado los principios de Hayek y Von Mises, para ellos no hay razón natural
en el desarrollo capitalista, para ellos el estado es el instrumento necesario
para regular toda la actividad política, es el instrumento necesario para
imponer su orden a toda actividad humana, por eso necesitan que todo cuerpo extraño
a esa concepción, sea desalojado inmediatamente, consideran que la
mercantilización del ser humano es el logro más importante de la historia, ante
esta deriva, en estos comienzos de siglo, los herederos de la tradición se
debaten en muchas ramas, todas ellas con una profunda debilidad, algunos
intentan ir a lo que sucedió antes de la caídas del muro de Berlín, a la caída de
la URSS en definitiva, unos han asumido totalmente el que sean los
introductores de medidas paliativas, otros siguen buscando el sujeto histórico
para hacer frente al neoliberalismo, otros han asumido la derrota, y se han
marchado a sus casos, otros andamos en que sigue siendo necesario seguir
hablando de opresores y oprimidos, de explotadores y explotados, pero que debemos
de partir de la base, que el capitalismo ha sufrido una mutación importante en
todos los órdenes, y que ante este cambio de las preguntas, se hace necesario
establecer nuevas respuestas.
En estos tiempos
de tanta debilidad, donde una y otra vez nos andan derrotando, debo recordarte
una vez más, para dar cuenta tanto de una dimensión histórica, que nadie ha
dado, y enaltecer una vez más tu hermoso legado, en estos extravíos que tanto
abruma, su porfía es todo un ejemplo , con unas organización emancipadoras
sumidas en un gran atolladero, tú, Salvador Allende dejó latiendo un pulso
histórico que ha tardado en ser entendido en su cabal mensaje y compromiso: el
honor, la lealtad, la fidelidad a la palabra empeñada, el sentido de coherencia,
supusiste un hito histórico para que las voces de los marginados, de los explotados,
de los oprimidos, de mujeres y hombres sin futuro, encuentren esa referencia
necesaria, para decirnos, de una vez, este sí que fue de los nuestros, y en la
como toda obra humana necesariamente hubo errores, más por eso he decidido
obviarlas, es mejor quedarme con lo mejor de tu legado, y que sobre esa
experiencia, algunos cantos de nuevo a la Unidad Popular, tenga el sentido emancipatorio
necesario, lo demás serán puras invocaciones, que harán que nuestra derrota sea
todavía más horripilante, y que construir un nuevo edificio, un nueva casa, en
donde los emancipadores tengamos cobijo para transformar esta sociedad, a veces
pienso que el siglo XX los emancipadores hicieron uso de la esperanza, ahora,
en medio de tantas debilidades, no quisiera dejar terminar este escrito que
hoy, este comienzo de siglo, en lo que nos debatimos es en la necesidad de parar
todas las barbaries, los seres humanos nos andan esperando ahí, y tenemos que
hacerles llegar que es el tiempo de emanciparnos en todos los órdenes de la
vida, dejemos nuestros frutos en dejar un edificio que haga visible todas las invisibilidades.
Atentamente se
despide un heredero suyo….
POSTDATA
La batalla de
Chile (la película de Patricio Guzmán)
Salvador Allende:
"No daré un paso atrás" (1971)
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