Canción para mi madre tierra
Un niño lame su herida, otros lloran su muertos, lloran la perdida de un amigo, lloran la perdida de un amor. El hombre ignora lo hermoso, solo imágenes de horror ven, lamentando el mal del mundo, y se conforman cual avestruces, del triste destino. Llegamos sin pedir permiso, y nos hicimos su dueño, creyendo que él era nuestro siervo, y nunca se quejo, y nunca se queja, pero sentimos su tristeza. Sufriendo nuestro calvario, y pese a todo el daño soportado, nos dice a cada instante: de vientre salisteis, como queréis que no os ame