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Mostrando entradas de febrero 16, 2017

Al calor de las noticias (dieciséis de febrero del 2017)

Leer el quiosco de hoy, es quedarse desolado, es más, es quedarse apenado y acojonado con la deriva que como las cosas acontecen aquí, y de lo poco que hemos leído, sobre los ecos internacionales, decirles que las cosas tampoco van nada bien, donde el hilo conductor, es sobre unas declaraciones en el Congreso de  Linde, que evocando el espíritu MAFO, ha vuelto a las andadas sobre las pensiones, amplifiquen los manejos en la fiscalía de los peperos, amplíen con los dimes y diretes de la crisis bancaria, completen lo que acontece en el quiosco barcelonés, y donde la única noticias esperanzadoras,  queda oscurecidas, como leerán a continuación en este resumen, un cierto olor a podredumbre se ha instalado perenne en nuestra piel de toro. Como siempre, vamos a reseñar aquellas cosas, que escapan a las consideraciones realizadas en el quiosco de hoy, donde El País, a cuenta de las votaciones propuestas por el equipo municipal madrileño, no le gusta un pelo (“Madrileños a las urnas”), y do

Al calor de las noticias (quince de febrero del 2017)

Con un día de retraso, acometo mi resumen de ayer miércoles, no hay mejor antídoto para mí, que acometer en mí, la santísima trinidad de un trabajador, algo de cansancio, una dura jornada laboral, añadan que ando en los últimos estertores de mi bronquitis, y tendrán el panorama de mi falta a la cita de ayer, donde todo hay que decir, seguimos con las mismas apetencias y querencias en el quiosco, donde comenzamos por aquello titulares, que no reclamando la atención general, si sirven para que las apetencias de  sus directores, las vayamos conociendo, y comenzamos hoy con La Razón, donde intentan hacer una crónica negra sobre el hermanastro del dictador norcoreano, pero no lo  consiguen  (“Veneno y mujeres, el cóctel que mató al hermano de Kim Jong-un"); al tiempo, en Ara, nos dan un titular, en la que se da por hecho, que todos debemos conocer a un pintor (“Londres revisa el arte luminoso de David Hockney”); de otra parte, en El País, nos dan a conocer que existe “un mando de la G