Al calor de las noticias (veintitrés de junio del 2016)
Vísperas de la finalización de una campaña electoral, y en donde todo lo que nos concierne, como ciudadanos, nuestro sistema sanitario, nuestro sistema de pensiones, nuestro sistema laboral, nuestro sistema educativo, en definitiva, todas nuestras instituciones, han quedado marginadas de cualquier debate, mínimamente racional, y donde todas nuestras instituciones quedan a los pies de los caballos, por intromisiones de unos poderes sobre otros, por omisión de sus garantes, donde todos, en afán de conservar sus hojas de ruta, el que queda, a los pies de los caballos, es el Estado, con todos los respetos, a todas las organizaciones políticas, no solo queda, a los pies de los caballos, el gobierno central, el que queda, al tiempo, al caballo de Atila, es el parlamento catalán, que, a pesar, de poder destituir al actual, queda, en total evidencia, a la luz de los hechos, que vamos conociendo, y en estos tiempos de vísceras, parece que nadie, y es duro decirlo, parece que va a asumir sus