Un Lugar al Sol

Es día de luto para mí, siempre en este día, unas suaves lagrima se me asoman a mi rostro, recordando el asesinato de Lorca, siempre he pertenecido a él, si soy lector empedernido es gracias a él, en esa temprana adolescencia segoviana, en su biblioteca era mi puerta de entrada a los ignotos mundos, que Federico me dejo en su gran legado, lo devoré, lo devoraré, hombre con unas ganas de vivir, pesara a quien pesara, para malestar profundo de una burguesía granadina, que lo odiaba, que lo detestaba, el conjugaba todos las peores virtudes, que para un buen burgués granadino representaba, yo solo puedo decir que muero en él y muero por él, y vivo y vivo en él, por siempre, para siempre, solo puedo decir, que gracias a él, me allano el camino para ser una buena persona, ahora hay que dejar ya este breve elogio de un fervoroso lorquiano, para adentrarse en las procelosas aguas nauseabundas de la formación de un gobierno, que me anda dejando, en evidencia, las profundas debilidades, que aco