Entradas

Mostrando entradas de marzo 26, 2014

Día 23 de marzo de 2014

Nota introductora: Hace unos días hice el anticipo del prologo de un libro que pienso publicar en el futuro, y por la importancia de lo que ocurrió el otro día en la manifestación del  22 de marzo, he pensado que es conveniente, que los que se acercan a este blog, conozcan mis pensamientos, y como eso será para futuro, no quiero que piensen que definitivamente quedara tal como ustedes lo van a leer ahora.   Día Veintitrés Ya andamos con lo de siempre en la prensa española, tan aficionada ella a centrarse en las hojas del árbol, antes que mirarle en su totalidad, ya intuía que después de los incidentes de anoche, estos sería la noticia, y no la multitudinaria manifestación, y es que navegando, transitando por otros periódicos ajenos a nuestros grandes periodistas madrileños, uno se da cuenta que asistimos a una de esas grandes manifestaciones que se han producido en mi ciudad, y en la que estuve presente, encontrándome con personas que no creía que iba encontrar, y que alegría me di

El niño zangolotino

El niño zangolotino tumbado en la tumba esta, y sus cabelleras rubias descompuestas están, sacudidas al son del ábrego, y entre lloriqueos exclama “No me riñas mamá, que no hare más barrabasadas”; y las nubes del cielo caminan impasibles, sin importarles los lamentos del zagal. Y te rememoro En una tarde De viento sur, El olor a vela Humedece la pieza; Y tu, madre, ahí en la cama, tan silenciosa, tan seria, tan impasible, tan ajena a todo, y yo te prorrumpo “No me riñas mamá, que no hare más barrabasadas”; y las nubes del cielo caminan impasibles, sin importarles los lamentos del zagal. A la calle voy, revolviendo contenedores de inmundicia, pidiendo dinero también, y cualquiera me extiende la oreja, diciéndome granuja, y cual poseso salgo caminando con temblor, temiendo un chivatazo; y pienso para mí, entre sollozos: “No me riñas mamá, que no hare más barrabasadas”; y las nubes del cielo caminan impasibles, sin importarles los lamentos de