La Última Prohibición
Usurpe batallas en tu orografía que no plasmé sin ti haber merecido, pues para seguir lo conquistado tu atrevimiento se unió a mi imaginación Llegaste línea a línea, día a día, Tu rostro, nunca bien cerrado; En el espacio de tu existencia he incorporado y el territorio de tus mensajes me he agregado. Alcancé de esta manera a disfrutarte, por haber pretendido protegerte; nunca un subyugado más feliz que yo, y de sol a sol, de nuevo desabrigado, y en la confianza, he de penetrarme en tu último confín, evaporando la última prohibición.