Al calor de las noticias (dieciséis de mayo del 2016)
Se va acercando el día de las elecciones, y se supone que las organizaciones políticas tendrían que explicar las razones para que les votemos, y que yo sepa, para eso no hace falta ni euro, es cuestión de tener voluntad política para ello, y para ello, por supuesto sobre la propaganda política, que es la causa fundamental de la pesadumbre del ciudadano, que asiste perplejo, a todo un despliegue mediático, que lo abruma, entre ellos los debates televisivos, sus mensajes se le hace ininteligibles, y su voto, se basa, en la mayoría de las cosas, en afinidades irracionales, más que en el convencimiento, de que esas propuestas, vayan o no en beneficio suyo, y con un aditamento más, en ese complejo mediático, comprobamos que los gastos se disparan, no solo por encima de las mesas, sino por debajo de las mesas; y, como en ese estado, la estupefacción inicial, se va transformando en indignación, que tiene una cosa buena, revela que hay hechos, que suceden, que nos causan una tremenda