Primer recital poético
Pasado mañana, día 28 de noviembre, tendré mi primer recital poético, es decir, mi estreno como poeta ante un grupo de gente, después de muchas dudas, he elegido unas cuantos poemas, tengo sensaciones varias, de alegría , pero también algo de pesadumbre, las eternas preguntas te asaltan en este camino del viaje de unos poemas que siendo míos ahora, pasan a ser parte de la gente, es decir de vosotros, y veremos como son mis capacidades de saber dar las entonaciones necesarias a todos estos latidos de mi corazón.
Unos versos sencillos
Hombre sincero quiero ser,
echar mis gritos
que traspasen
delgadas paredes
de mi habitación.
Vengo de muchos sitios,
caminando muchos caminos,
todos los sitios quiero ir.
Muchas oscuras noches
me contemplan ya,
pesando como lapidas
de un cementerio.
También he visto
llamas de la belleza pura
una noche de luna llena.
Parasito fui
de una mariposa bella,
pegado fui en sus alas,
de mis escombros diarios,
ella siempre me sacaba.
Hombres con cuchillos en boca,
Hablando en la tele están,
empuñan su odio,
bramando andan,
esperanzas no conocen,
esperanzas quieren matar.
¡Ay! Una vez
el alma vi,
cuando ella murió,
vi la sonrisa de su boca
lanzándome un beso.
temblé una vez,
cuando te vi en el escenario,
susurrando palabras,
yo solo capaz fui,
de quitar los pelos de tu boca.
Muchas oscuras noches
me contemplan ya,
pesando como lapidas
de un cementerio.
Luz antes de ser luz,
carbón fue,
diamante solo brilla,
cuando pulido es,
del joyero tome la mejor,
amigos sinceros descubrí,
amores también encontré.
Abandonando voy
estas pobres rimas,
colgando voy
triste teclado por hoy,
otro día vendrá,
que nuevos versos
saldrán de esta
solitaria habitación.
Los olvidados
Tiempos hermosos,
donde había hermanos,
parecíamos tal cual,
invencibles
en el curso de la historia.
Melenas al viento,
sublevando
todo lo que
nuestros sueños
alcanzaban,
hasta los ríos y los mares
nos acompañaban
derribando muros
que nos parecían
El día de antes
inalcanzables.
Más un día,
Dejamos de mirar,
no supimos atisbar
los tañidos de nuestras
desesperanzas,
el ruido flagelante
de los bustos parlantes
que anunciaron
nuestras muertes,
que nos hicieron pensar
que penar
por los pesares
de los olvidados
de esta tierra desolada,
ya no era nuestro destino.
Nos olvidamos de aquellos
que sonar hicieron
las campanas
de nuestras esperanzas,
los gritos de la gente,
que escribieron
en montañas y ciudades,
páginas de nuestra epopeya,
van sonando
todas la balas
que arrinconar
quisieron
nuestra esperanza,
fenecer quisieron
a estos nefelibatas
que soñar quisieron.
Ya solo quedan gritos,
miradas mutiladas,
cuchillos que
matando van
nuestras esperanzas.
Ahí andan mis hermanos,
ocultos y silenciosos,
Escondidos en sus peñascos,
Confundidos entre ilusiones
y desesperanzas,
Sedientos como nunca
de una justicia
que un amanecer
debería guardarnos.
Éramos felices,
Pero también insatisfechos,
a mis hermanos
la esperanza
le fueron robando.
Los nuevos profetas
dijeron que
el fin de la historia
ha acontecido,
tan esperanzados fuimos,
que cruel derrota tuvimos.
esperanzas de nuevo,
para escalar los corazones
de los que perdieron
Sus ilusiones;
Acá andamos aún,
los despiertos, los soñadores
de los nuevos tiempos.
Decidme cuál es mi crimen
Decidme cuál es mi crimen,
ególatras engreídos,
que me acusáis de tantos delitos,
quemadme vivo en vuestros ojos catódicos,
un día la historia estatua levantara
memoria de gente
que anónima fue,
disidente de tanto infortunio.
Yo ando buscando la verdad,
vosotros ególatras imperecederos,
sacudiendo vuestra necedad andáis,
dogmas, ritos robados
que reafirma vuestra falsa ciencia,
que mi pensamiento abruma.
Yo sigo buscando la verdad
en el profundo universo,
basado en la justicia,
con la razón como bandera,
revelando las causas de las causas,
cambiando sus templos de sabiduría,
por escuelas de pensamientos libres.
Asustados estáis con
un leve viento suave,
os asusta todo aquello
que turbe vuestra arcadia feliz,
Asumís el poder de desmentirme,
pero el miedo, vuestro miedo
a la intemperie quedó.
Más allá de vuestras conciencias serviles,
que me hace gemir,
allá al fondo del túnel,
una tenue luz va llegando,
que va a sacar la vida
los osarios enterrados,
del polvo ensangrentado,
el dolor profundo.
Tanto fariseo será iluminado,
muchos postrados todavía os amparan,
dejad de roer tanto dolor,
que vuestra doctrina es
pura ortodoxia camuflada,
gozáis la fuerza aun,
tenéis el poder,
vuestras patrañas
al descubierto están,
Pura fantasía vuestra historia es,
Vuestra vileza, hipocresía
verdad quiere matar,
algún día vuestro reino
tocará a fin.
Prefiero vuestra maledicencia,
a mi suerte,
No soporto vuestra vida,
sois muertos en vida,
decidles a vuestros jefes,
que vuestra vida
es sueño muerto,.
mi sueño muerto
trocado en vida futura.
No soporto vuestra eterna amargura,
vuestra arrogancia infinita,
de perdonavidas ejercientes,
mi voluntad no habéis quebrado.
Dispuesto ando a que me queméis en vida,
preparado ando ahora
a vuestras balas
vestidas de odio,
vuestros ojos vigilantes,
se que m controláis,
se que de mi todo lo sabéis,
pero jamás temblare,
vosotros cobardes sois,
que al porvenir teméis,
futuro digno
quisisteis matar,
silenciosos hombres
escondimos la llama
de la esperanza eterna.
El otro
Donde anda tu otro,
gastado su silencio,
entregado anda.
Pesebre de su dolor,
quisiera ser,
silabas sencillas de mis tonadas,
días que noches son para ti,
sangre caminado en el vacío de tu vida.
Sueño incansable eres,
himnos te quiero dar,
poemas de locuras,
mis folios llenan,
años a remiendos hechos.
Penumbras de estas noches,
nos necesitamos los dos,
carcomidos
por el cansancio y las canas,
tu camino, el mío
sendas por delante
nos esperan.
cáliz de mi dolor,
poemas te daré
Vive
Siéntete feliz un instante,
aprende a beber la vida,
sueña sueños imposibles.
Derriba paredes,
se tú mismo,
se libre para tus pensamientos.
Vive tu día como si fuera el primero,
aprendiendo nuevas palabras,
haciendo poemas más bellos
cada día,
llenándolos de pasión,
buscando tu más preciado bien.
Mis poemas romperán los silencios,
que otros guardan,
lanza tus dardos,
hechos poemas,
contra aquellos que callan.
Mis poemas serán cantos de vida,
cantos de amor para mi amada,
paseando mi orgullo de ser hombre,
que ha vivido todos los sinsabores,
todos las júbilos,
y pasa la vida para muchos,
sin que sepa hallarse,
no tengas miedo de equivocarte,
y es que si no salimos a vivir,
tiene razón existir,
y si vegetamos con miedo,
que triste realidad para un ser humano.
Cuan fastuoso es vivir
quiero cantarte, pero no sé si sabré hacerlo,
quiero cantar mis recuerdos y los anhelos de mi corazón.
quiero hacerte un canto sonoro,
quiero escribir estas líneas y decirte
lo importante que eres,
eres como las olas espumeantes,
en las que voy poniendo mis pies,
y tú me llevas donde quieras.
Vengo de tiempos convulsos,
vivo en tiempos estremecidos,
a veces perdí la esperanza,
más siempre la recobre,
recuerdos de amores perdidos,
recuerdos de años vividos,
de días perdidos,
de meses perdidos,
pero siempre ahí…
esperando la nueva dicha.
Y es que un día de deje preocuparme,
de donde me llevan las olas,
ahora prefiero que me sorprendan
llevando a las playas más hermosas,
a los puertos desconocidos,
y así sorprenderme cada instante.
Un día hay que amigos se van,
y siempre habrá personas
a las que conocer,
y serán nuevos amigos.
Amores que se fueron,
amores que naufragaron,
y amores que te sorprenderán
en cada esquina de tu vida.
Y habrá días, meses o años,
en que la porción de tu tierra,
sobre la que caminas,
la veras trastornada,
herida y confundida,
pero vendrán tiempos
que vientos nuevos
golpearan y secarán sus heridas.
Y es que tú, esa vida de la quiero gozar,
eres un rio bravío y cantor,
que no permite reglas para vivirte,
que premia al que sabe leerte,
y arrastra en sus torbellinos,
a los que suelen ignorarla
Desahogo
En cada suspirar mío,
en cada quejido tuyo,
escapando va
el recuerdo de muchos días,
mis dedos
de dolor se tiñen,
al son de las teclas que golpeo,
con la que escribo esta historia mía.
Intento que no mueras,
en cada despedida tuya,
donde mi alma muere un poco,
mis penas ahogadas quedaban
En el oleaje de tu cabello
y tu mirada de pasión,
donde agonizaban
mis manos,
esperando que mi piel
fuera pasto de las
llamas de tu cuerpo,
quemando mis miedos,
mis desesperaciones.
Todo termina y comienza
en esta vida mía,
buscando siempre
la aurora de mi vida,
donde no queda
otro reflejo en el mar,
que tus ojos verdes,
donde no queda
más que en mí,
el mágico silencio
de mi llanto dolorido
cuando se funde en tu rostro
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