Poesías en un país dolorido
Terrible angustia me abate
Los caminos sencillos no son,
solo y acompañado he estado,
más de las veces ignore el camino,
a la senda volví,
miedos, incertidumbres,
más me mantengo en pie,
con todas las fuerzas de mi vida.
En estos futuros de negrura,
donde el mundo se derrumba
bajo nuestros pies,
todos los planes de vida
yacen ya muertos,
fortaleza inusitada
que me vida tiene,
no importa ya
los momentos duros,
sé que saldré adelante.
Explicarme no puedo,
donde sale tan tanta fuerza,
quizás del dolor y la angustia,
derrota no quiero.
sale de mi decisión
Al final de esta senda,
no encontrado el camino,
compañías encontradas,
máximas decepciones,
máximas alegrías,
recompensas pedí un tiempos,
Distinciones no quiero pedir
decisiones en mis manos quiero tener,
mi ruta otros lo van marcando,
terrible angustia me abate.
Madrid
¡Oh! Madrid mío, donde estas,
Que no te encontré,
donde andará
el alegre, el dolorido,
que a mi encuentro no sale,
que oyéndome me da el soplo,
ya solo me conformo con que m escuche.
Esta ciudad que tanto amo,
cual amada, cual doncella,
me oyes, o me escuchas,
dame tu soplo,
te daré el mío.
Árbol
Árbol fui en el bosque,
Quieto estuve siempre,
Extraños seres
Podaron mis ramas,
a saber que harán con ellas,
jamás me raspan
para comprender
la magia de mi savia.
Sólo quieren
diáfanas campañas,
nada que perturbe
la vista de sus ojos.
Encuentro tuve con
mi amada encina,
solo nos olemos,
cuando los vientos son propicios.
Acontecimientos extraordinarios,
ahora los comprendí,
árbol del bosque
no quiere miran,
podar mis ramas,
su único afán.
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