Al calor del primero de mayo: Dos poemas con compromiso
Plegaria a un dios desconocido
Quiero que bajes,
mi dios desconocido,
olvidados quedaron los rezos de la niñez,
plegarias de mi madre,
anda reposando ahora,
dejo de limpiar,
de hacer las comidas,
de jugar a las cartas,
de ir a su iglesia.
ya no me despierta cada mañana,
Por eso te digo, dios desconocido,
que bajes de tus cielos,
escucha mi grito,
ando en esta esquina,
no tengo trabajo,
no tengo cama
en la que dormir.
Ando en una esquina,
preguntándome
razón de mi existencia,
me bebo
todos los mares
que a mi llegan,
a iglesias voy,
por un mendrugo de pan,
por unos zapatos,
Trabajo, trabajo no hay.
Baja, contémplame,
mira mi descompuesto cuerpo,
mira mis harapientos trajes,
mi sombrero roto,
casa no tengo,
hijos no tengo,
esposa tampoco.
Dime como quitarme
esta angustia mía,
esta rabia mía,
no creo en nadie,
esperanza no tengo,
mi carne se rompe a trozos,
no sé ni como mastico,
tengo los dientes podridos.
Tengo calor en verano,
frio en invierno.
baja dios desconocido,
dame cobijo,
esconderme quieren,
barbarie anda suelta
pobres, la pobreza
asusta a la gente,
quieren hacernos leyes
para expulsarnos
de este infierno.
Ya solo leo versos para mí
Ando exhausto en esta vida,
ando deambulando en la vida,
a veces trabajo,
a veces no trabajo,
si trabajo
no me dignifico,
bárbaro es mi trabajo.
más si no tengo trabajo,
algo me falta,
ya ni deambulo,
solo ando perdido.
Yo de barrio soy,
donde los parques
ni parques son,
quiero ir al barrio
donde dice
que habita
alegría,
sustento no tengo,
en el barrio me quedo,
el barrio de alegría,
queda lejos en mi vida,
solo los ojos
de la pobreza
me tienen vivo.
Estoy hundido,
en el paraíso
dicen que vivo.
Solo quiero,
salud y trabajo digno,
dicen que soy
un rojo resentido.
Quiero darle cultura
al hijo de mi vecino,
me ha dicho
que no le sirve
para nada,
que con eso
no trabaja,
ya solo leo
versos para mí.
Comentarios
Publicar un comentario