Poemas sabatinos
Ya me fui
Unas pocas monedas en el bolsillo,
la cerradura de la casa ya desgastada,
tardías cuartillas en las
que apunto mis últimas locuras,
partida inacaba de ajedrez,
la máquina siempre me gana.
Dudas que me asaltaron,
estos versos van calmando
páginas de un libro escrito.
Camino de casa
en el cercanías marcho,
mares de encinas
en el horizonte desaparecen,
cuantas cosas pasan
por mis manos,
que duraran
más allá que
Mis muchos pensamientos,
nunca más sabrán
que yo ya me fui.
A tu encuentro
Donde estas amor,
por donde vas caminando,
surcos vas dejando,
no le apartes de tus
malos pensamientos,
escúchale siempre,
son los mejores tiempos de tu vida.
Habla a través de las pinturas,
de los trinos de los pájaros,
brisas del mar llegan
a este paramo seco,
no vale ya
fruncir el ceño,
Siempre déjale un sitio
para dejarle hospedaje,
tus labios sorberán
como si fuera tazón de leche,
el será siempre
pan mojado.
No te vale decir
que no le hospedas.
Venda de gasa
cubren tus ojos,
te ofrece su roce eterno,
huirle no puedes,
caminas entre las malezas,
no siento sus roces,
hechizado estoy,
Crepúsculo hermoso
en el que mueres
cada instante.
a tu encuentro
me entrego ya.
Belleza
Cual sueño de piedra,
mi imagen siempre te ha torturado,
sirvo a poetas de inspiración,
floreces conmigo
callada soy,
mortal yo soy,
iré más allá del tiempo.
Incomprensible a mis ojos eres,
En un corazón caliente,
tú lo bombeas,
movimiento de unas líneas
refractan tu rostro,
silencioso quedo,
ni rio ni lloro mirándote.
Siempre mi porte
a los ojos del poeta encandila,
ademanes de pasarela
en mi camino llevo,
los edificios se retuercen
con mi presencia,
austeros dejan de ser,
lisonjas a mi paso
Magnetizo amantes eternos,
mi casa llena de espejos anda,
perder no quiero
ni un momento tu imagen,
con ojos profundos te miro,
eternas centellas cubren tu manto.
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