De un sueño a una pesadilla
Llevamos ya una décadas de degradación
democrática, donde El Estado Social de Derecho anda siendo demolido
conscientemente por la fuerzas económicas, ante la evidente falta de
una oposición clara y contundente, falta de todo anclaje ideológico,
carente de sentido, del donde viene y donde quiere ir.
Esto viene a cuento de lo sucedido
ayer, es decir, de la rectificación en pleno de la sentencia sobre
el pago del impuesto de transmisiones patrimoniales por los
suscriptores de hipotecas con las entidades hipotecarias, por lo que,
en principio, debo de hacer pedagogía jurídica, para comprender y
captar lo realmente sucedido.
En toda sentencia que se dicte, siempre
hay un plazo, para solicitar que se aclare el sentido del fallo,
cuando se puede sujetar a controversia, facultad que tienen los
bancos y y el gobierno central, en este caso, para saber el
verdadero alcance de la sentencia.
En segundo lugar, hay que recalcar que
esta sentencia todavía no sienta jurisprudencia, hace falta que
esta línea jurisprudencial se extienda en el futuro; y en tercer
lugar, cuando se reúne el pleno de las salas del Tribunal Supremo,
es precisamente antes de dictar sentencia, nunca después de
acontecida ella.
¿Entonces que ha sucedido?
Pues ni más ni menos que el finiquito
de la independencia judicial por aquellos que deben preservarla, es
decir por los propios jueces, es por lo que me permite decir, que se
ha producido un “golpe de estado blando” contra la independencia
judicial, lo cual es una pieza más a celebrar por las fuerzas
económicas, entre los finales del siglo XX y principios de este.
Tan graves es me dirán ustedes, mucho
más grave de lo que parece, no es motivo de chistes, ni hablar de
castas, es hablar del “socavamiento” del Estado Social, que como
legitimo heredero del Estado de Derecho, surgido de la revolución
francesa, anda feneciendo a golpe de piqueta, se sienten poderosos, y
saben perfectamente, que apenas tienes oposición antes sus
decisiones, hemos visto como hasta el patrimonio de la violencia del
Estado se ha quebrado, utilización de mercenarios privados en
guerras, prisiones gestionadas por empresas, etc..
Lo que no me esperaba es que hicieran
un ataque tan demoledor contra las decisiones judiciales, tanto
hablar durante años, de las injerencias politicas en la esfera
judicial, ahora ha bastado con que sesudos “pensadores” hayan
puesto el grito en el cielo, una caída bursátil en toda regla, para
que desde las mismas instancias judiciales se haya puesto de
rodillas, socavando una sentencia judicial efectuado por los
especialistas tributarios de dicho tribunal, es como si el pleno de
la Sala Civil revocará la sentencia en el orden matrimonial, dictada
por la Sala correspondiente, ni decir quiere que es la primera vez
que ocurre en el Tribunal Supremo, es por eso que hablo del más
grave atentado contra la independencia de los jueces en el ejercicio
de su actividad.
¿Y que ocurrirá ahora?
Nada, nada, nos perderemos en las hojas
del árbol, no sabemos de donde venimos, ni tenemos idea donde
vamos, eso sí yo permaneceré dolido y amargado como se destruye el
“denostado” Estado Social de Derecho, ante el ataque de los
reaccionarios, y donde prestigiosos revolucionarios de salón han
tenido sus alícuota parte de responsabilidad, ni tenemos armas
ideológicas, ni las sabemos crear, para organizar de una vez una
oposición que haga frente a esta situación, lo digo con todo de mi
corazón y razón, vamos camino de una conjunción.
Lo que comenzó siendo una buena noticia, una gran noticia, se ha convertido en otro espejo roto en el que sentir la crudeza de estos tiempos, un sueño se ha convertido en una pesadilla.
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