Al calor de las noticias (dos de junio del 2017)
Andamos a punto de un fin de semana, comenzando junio, los
calores aprietan; Trump, una vez más, se convierte en el principal resorte del
quiosco, por su decisión de desvincularse de los tratados internacionales sobre
cambio climático; donde también tiene cabida la salida de Moix, que revela
nuevas miserias de nuestro maltrecho Estado de Derecho; donde hoy los devenires
catalanes quedan en silbidos, al tiempo que he rebuscado alguna noticia económica
relevante, al tiempo que a la luz del fallecimiento de un periodista (“Carles
Capdevila, en homenaje y en agradecimiento”), donde me he hecho la siguiente
pregunta: ¿Debe ser un periodista objeto de un editorial?; mientras que ABC, en un editorial, hace
campaña proactiva para la campaña de la renta, rindiendo loas a la Iglesia, por
su labor social (“Ejemplo de transparencia y solidaridad”), al tiempo que La
Razón presta su fidelidad al emérito rey (“Juan Carlos: 'Estoy donde tengo que
estar’”);
Otro tono tiene hoy El Mundo, que destaca tanto que “el
Consejo de Ministros deniega el indulto a los condenados del Faisán”; dando más
realce a que “el Supremo sí ve posible delito de terrorismo en la agresión de
Alsasua”, lo cual vale su aplauso editorial, a tal decisión (“Sin impunidad
para el terror de Alsasua”)
Por su parte El País resalta que “Las autoridades españolas
que afrontan las amenazas en Internet piden más recursos: “Se gasta más en vallas
que en ciberseguridad”; pero sin duda su primicia, en colaboración, con otros
periódicos europeos, sobre el problema de la inmigración, en el que se hace una
crónica, que nuestros pagos son el conejillo de indias, destinado para mejor
gloria de las políticas migratorias en el seno de la UE, donde se nos dice que Melilla
y su valla es todo un ejemplo para los dignatarios europeos (“España,
laboratorio de la emigración en Europa”)
Lo previsible ha ocurrido, ha dimitido el fiscal
anticorrupción, Manuel Moix, tras lo acontecido con su participación en una por
su sociedad en Panamá, donde hemos asistido a una película ya vista, en las
espectaculares dimisiones peperas, lo cual, como es lógico, es recogido en nuestro
quiosco, pero de a su particular manera, El País refleja que “La caída de Moix
frustra el plan de Rajoy para reorganizar la Fiscalía”; de otro lado, El Mundo destaca que “parte del Gobierno culpa a Catalá
del fiasco de Moix; mientras ABC, en
portada y a toda página, subraya que “el Gobierno busca pacificar
Anticorrupción tras dejar caer a Moix ‘sin motivos’”, pero quien se lleva la
estrella, otra vez, es La Razón, cuando atribuyo a Moix, unas palabras dignas
de un mártir: “Me inmolo para proteger a mi familia y a la Fiscalía”.
En el quiosco barcelonés, La Vanguardia nos habla que “cae
el fiscal Anticorrupción para alivio del Gobierno”, mientras que en páginas
interiores subraya que “Rajoy espera que la caída de Moix frene la presión
sobre su Gobierno”, apuntando El Periódico que “el fiscal del Estado deja caer
al jefe de Anticorrupción entre elogios”, subrayando en el titular que “Moix
tira la toalla”, mientras que El Punt Avui pone sus ojos que Moix se va, pero
su je no ve ninguna justificación'], al tiempo que Ara refleja que “la oposición ve insuficiente la dimisión
de Moix”.
No contentos con lo dicho en sus portadas, en los
editoriales, dos periódicos madrileños, suben el tono, se conoce que estas
menudencias les ha molestado mucho, ABC, a pesar de titular que “Moix no tenía
otra salida”, maldice el trance, cargando contra los que invocan razones de ‘estética”;
más molesto anda La Razón acusando de partidismo
a todo el mundo, pero claro ellos son unos santos (“Hacer política a costa de
la justicia degrada el estado de derecho”), pues nada señores vamos a hacer
campaña en favor de que todos tengamos una sociedad panameña; destaquemos, al
menos que, en El Mundo se llega a la loable cartesianismo de decir que “La
dimisión de Moix no arregla los problemas de la Fiscalía”; por el quiosco barcelonés,
en El Periódico ve otro capítulo como el acaecido con el exministro Soria (“El PP tropieza con Moix en
la misma piedra”), mientras que El Punt Avui deja constancia que ha sido
instigada la caída por el gobierno (“El gobierno del PP deja caer Moix”).
Lejos de atizar con las consideraciones sobre las sociedades
panameñas, en las que ha participado de esta sinfonía inacabada del despiece
del estado de derecho, algunos nos vienen diciendo, que es necesario la vuelta
al calcetín, pues bien, visto lo visto, es la condición suficiente, pero no
necesaria, es necesariamente todo el replanteamiento del poder judicial, en
nuestra maltrecha tierra, se acabaron las cirugías, es tiempo de una nueva piel,
y eso me inquieta mucho más, después de leer hoy, en La Razón, sobre que “el
sustituto de Velasco deberá citar a más de 50 imputados de Púnica”, no
olvidemos que el expresidente madrileño apuntaba a sus deseos que volviera este
juez.
Yendo para allende el Ebro, se nos cuenta hoy, en Ara, que “Comienza
la fiesta” (Primavera Sound”), mientras que, en El País se refleja que “los policías de Cataluña piden cobrar más
por la presión social”; mientras que La Vanguardia clama por “el fraude en los
autobuses”, en tanto que “se dispara y ya cuesta 3,5 millones al año”; haciendo
de ello un editorial (“Fraude en el
autobús”); de otro lado, seguramente que preocupados por la secesión, las
autoridades catalanas aún no han elaborado el calendario escolar próximo (El Periódico: “La Generalitat aún no ha
fijado el calendario escolar del próximo curso”).
Mientras que, en El Punt Avui, se nos cuenta que JxSí exige
a sus diputados estar cerca de Barcelona en agosto, no sea que los “malvados”
les intenten hacer alguna “jugada rastrera” (“Sin vacaciones”), de otro lado se
felicita que la malvada justicia española haya exonerado a los acusados del 9-N
(“Absoluciones para los autoinculpados por 9-N”
Saliendo de estas esferas, toca comenzar, con un editorial,
en El País, en donde vuelve a reiterar su cansina demanda a favor de otra “alianza
presupuestaria” (“La estabilidad es cara”),
con lo cual nos abrimos paso al mundo económico, donde comenzamos destacando,
que uno de los bancos símbolos, otrora grande, anda a punto de ser devorado o
fagocitado, por las dudas que tiene cara a su futuro (La Vanguardia: “El
Popular se desploma en bolsa ante las dudas sobre su futuro”); de otro lado, se
destaca que Level estrena en Barcelona un vuelo ‘low cost’ hasta Los Ángeles,
descartando operar desde Madrid (El Periódico: “Level abre en El Prat la
batalla del 'low cost' intercontinental”; en otro orden de cosas, en páginas
interiores, se nos da cuenta que los estibadores irán a la huelga tras la
ruptura de las negociaciones; finalizando con que se nos da cuenta que la Airef
cree que España incumplirá el déficit por el rescate de las autopistas
Antes de dar cuenta de la andanada de Trump, es preciso
citar el editorial, en El País, sobre el atentado de Kabul (“También somos
Kabul”), pero sin duda la retirada estadounidense del acuerdo de Paris, para
plantear uno nuevo, es lo que puebla hoy el quiosco, con aquello de los buenos
y malos, que tan poco me gusta ((El País: “Trump retira a EE UU del pacto
contra el cambio climático”; El Mundo: “Trump
rompe el pacto del clima para “salvar nuestras fábricas y empleos”; La Razón: “Trump
incendia el planeta. Confirma la retirada de EEUU del Acuerdo de París contra
el cambio climático”; La Vanguardia: “Trump deja a EEUU fuera del histórico
pacto de París contra el cambio climático”; El Periódico: “Alarma planetaria.
Trump retira a EEUU del Acuerdo de París para la lucha contra el cambio
climático”; Ara: “Trump, contra el planeta”; El Punt Avui: “Anuncio letal de
Trump”)
Los editoriales que hemos podido leer, son los que aparecen
en La Razón (“Trump pone a EEUU contra el mundo”), en El Periódico (“Cambio climático:
Trump contra el mundo”) y en La Vanguardia (“ EE.UU. abdica de su liderazgo”),
enfatizando todos que quien toma relevo como líder mundial es China, pues bien,
este que les escribe, no hace más que decir una cosa, que no realzan
debidamente, como es que Trump hace bandera
de unos intereses económicos determinados, es como si en algunos, les
molestase decir, que entre los bloques capitalistas, hay intereses
contrapuestas, no existió, ni existe, ni existirán los bloques monolíticos, y
quien piense, que Trump lo hace por aislar a EE.UU. incurrirá en un craso
error, se ha hecho portavoz de los intereses mundiales de un determinado sector
capitalista, por cierto, me causa rabia decir, que ahora los chinos son
nuestros buenos hijos de puta, me despido por hoy, mañana ya será otro día, ya
veremos si viene igual de caliente.
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