Al calor de las noticias (veintiuno de abril del 2017)

Andamos a lomos de la podredumbre pepera, por estos pagos madrileños, con aristas importantes de degradación democrática, donde se tiene como hilo conductor el atentado de los Campos Elíseos, que tiene un beneficiario claro en esto momentos, comenzando con la alegría de la construcción del AVE, donde El País nos dice que  “25 años del AVE que trajo la modernidad”, donde se celebra que “España tiene una de las mejores redes de alta velocidad del mundo tras invertir 51.775 millones”,  y donde El Periódico hace un editorial titulado “El AVE cumple un cuarto de siglo”, donde alabando el proyecta inicial, critica los excesos posteriores, como ven una crítica suave, son incapaces de  hacer una argumentación critica, de lo que ha supuesto el AVE en la estructura económica española.

Demos cuenta, ahora, de la entrega del premio Cervantes al insigne escritor Eduardo Mendoza (El País: “Las cuatro lecturas del “Quijote de un premio Cervantes”; Ara “Mendoza, una lección de ironía cervantina”; La Vanguardia: “Eduardo Mendoza, un Cervantes, con mucho humor”; El Periódico: “Mendoza recibe el Cervantes con un elogio del humor”), y donde El Mundo dedica un editorial dedicado a “El peligro de que internet sustituya al estudio y la lectura”); y que merece sendos editoriales, uno en ABC (“El español, un tesoro muy vivo”), el otro en El Periódico (“Las labores de Eduardo Mendoza); en otro orden de cosas, se deja constancia que Cospedal se queja a las autoridades estadounidenses por no ser informada del ataque a Siria con buques de Rota (El País: “Cospedal se queja a EE.UU. por el ataque a Siria)

Ahora toca contar que un policía murió ayer y otros dos agentes y una transeúnte resultaron heridos en un atentado en los Campos Elíseos de París reivindicado por el Estado Islámico, a tres días de las elecciones presidenciales francesas, que es una petición de voto a la extrema derecha (El País: “El ataque a una patrulla policial sacude París a tres días de las elecciones”; El Mundo: “Ataque en París: El terror golpea el final de la campaña electoral francesa”; La Razón: “Un atentado en París sacude el final de la campaña”; La Vanguardia: “Un atentado sacude Francia a tres días de las elecciones”; El Periódico: “Tiroteo en los Campos Elíseos”; Ara: “Un policía muerto en un ataque en París”; El Punt Avui: “Ataque al corazón de París a tres días de las elecciones”)

Con relación, a la crisis política venezolana, hoy nos dan cuenta de ella en páginas interiores que todo indica, y me gustaría equivocarme, un grave enfrentamiento, y donde hoy sendos editoriales, mantienen matices bien diferentes, en El País (“Venezuela en la calle”), donde se le exige la convocatoria de elecciones, en La Vanguardia (“Venezuela enfila el abismo”), dice que todavía hay tiempo de diálogos y pactos entre chavistas y oposición.

En cuanto a Cataluña, hoy tenemos que Puigdemont y Junqueras escenificarán hoy un acto de afirmación nacional, donde se congregarán tanto autoridades, como las figuras de la “beatiful people” del mundo secesionista  ( El Punt Avui: “Compromiso por referéndum”; La Vanguardia: “Más de un centenar de altos cargos avalarán el referéndum”); y donde El Punt Avui se lanza fervoroso en pos del voto afirmativo en la campaña secesionista, haciendo una entrevista al escritor Màrius Serra, que tira de brocha gorda: “Tenemos el aceite caliente y los huevos rotos: hacemos la tortilla”.

Al tiempo diremos que, en El País, se nos cuenta que hay informes jurídicos gubernamentales, señalando que Junquera sería responsable penalmente (El País: “Junqueras, responsable si no hay consulta”), mientras que, en Ara, se nos informa que La fiscalía pide alargar la causa contra Forcadell otros 18 meses, por razón de “causa compleja” (Ara: “La fiscalía pide alargar la instrucción contra Forcadell”), aunque la crónica parece algo contenta, que nadie se lleve a engaño, es otra maniobra rajoyana, tendente a tener un “otoño tranquilo”, dado que su apuesta es por unas elecciones catalanas tranquilas, donde se despiecen los secesionistas.

En otro orden de cosas se nos cuentan las idas y las venidas del túnel de Gloríes, donde El Periódico  denota hartazgo (“Glòries: el túnel de nunca acabar”), mientras que se hace constatar que se quiere que las obras la realicen otra empresa (La Vanguardia: “El Ayuntamiento parará las obras de las Glòries y rescindirá el contrato”; Ara: “Colau quiere detener el túnel de Gloríes y cambiar de empresa”); en otro orden de cosas, para ir acabando ese viaje al quiosco barcelonés, donde El Punt Avui resalta que “La renta garantizada de ciudadanía se tramitará en el SOC”; al tiempo que apunta que “los vehículos diesel” estarán “sin descuento en los peajes”.

Ahora entrando de lleno en la magnitud del desfalco en el Canal de Isabel II, que ha provocado la detención de Ignacio González, con el registro a cinco compañías (OHL, Indra, PwC, Cuatrecasas y Saerco) como por la derivada de la rebelión de los fiscales, debido a las injerencias gubernamentales, y con nuevo capítulo que revela hasta que límites de degradación nos ha llevado, se revela que una magistrada ha jugado sucio también.

En cuanto a la magnitud del saqueo del Canal, se apunta hoy en La Razón, que se desviaron decenas de millones a estancias agradables (La Razón: “La trama del Canal desvió decenas de millones a paraísos fiscales”), que el juez rastrea una comisión de OHL a González en Suiza del 2007 por 1,4 millones de euros a través de Anglo Irish Bank que el PP conocía porque alertó de ello el entonces gerente Álvaro Lapuerta (El Mundo: “El juez rastrea una comisión de OHL a González en Suiza que el PP conocía”) y que González exigió dinero a varias empresas para financiar al PP por la campaña de las elecciones del 2011 (El País: “González exigió dinero a varias empresas para financiar al PP”), a lo que hay que añadir, que El Mundo añade, en otros titulares, que “su hermano sobornó a funcionarios del chavismo para obtener contratos”, y culminando con que “González vendió una finca de Marbella en plena investigación”, y cuya explicación la encontraremos seguidamente, mañana seguramente nos desayunaremos con que López Madrid, directivo de OHL, yerno de Villar Mir

En otro orden de cosas, en el País, se nos da cuenta os fiscales del caso, Carmen García Cerdá y Carlos Yáñez, impugnaron la orden escrita de su superior Manuel Moix de paralizar una serie de actuaciones del caso acogiéndose al artículo 27 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal (“Los fiscales del caso se rebelan contra su jefe por tratar de impedir registros”; Ara: “Los fiscales se rebelan contra la injerencia del PP”; El Punt Avui: 'Presiones para detener el proceso en el PP de Madrid'), al tiempo, que debemos dejar constancia que la Ser informa que el fiscal Anticorrupción impone retirar la acusación de organización criminal a Ignacio González, parece ignorar que ese respeto depende del trabajo intachable de quienes son los responsables de esas instituciones, y visto lo visto, ni el ínclito de ministro de justicia, ni el fiscal general, y el bien amado Moix ayuden al prestigio de las instituciones, lo que supone un serio peligro.

Por otra parte, hay que dar cuenta, de lo que supone otra arista infamante, en tanto que hoy ABC nos cuenta  que una magistrada de la Audiencia Nacional alertó de la investigación a Ignacio González, a través del presidente de La Razón, Mauricio Casals, advirtiéndose de grabaciones a Edmundo Rodríguez, ya saben lectores, un amigo es un amigo, sobre si todo compadrean en el mismo consejo de administración, y donde González era asiduo columnista, lo que explica el comportamiento dicho por el  diario El Mundo, si esto no dinamita nuestras instituciones, que me cierren los ojos para contemplar tanta putrefacción, solo desde la más profunda miseria moral se puede a comprender  todo esto, que anda ocurriendo

En cuanto a la gran lideresa, a su salida de la declaración judicial, en el caso Gürtel se dedicó al notable ejercicio de auto- homenajearse, eludiendo responsables, comparando las reuniones gubernamentales, con algo parecido a tener unos meros “subalternos”, interpretando, al mismo tiempo, una escena de culebrón latino, con pucheros incluidos (ABC: “Aguirre, entre lágrimas: ‘Para mí lo de Ignacio sería muy lamentable’”; El Mundo: “Llanto por un amigo”), y me da rabia ver la debilidad de la oposición, lastrada por el Tamayazo, con un coro mediático, instalado en un notable ejercicio de autobombo, que han hecho de estos años una pesadilla, y donde sus otrora “amigo” peperos, andan esperando a que se queme ella misma en una hoguera (El País: “El PP espera que Aguirre dimita y no se atrinchere”; El Periódico: “La cúpula del PP empuja a Aguirre hacia la dimisión”)

En cuanto a los editoriales, comenzamos hoy por ABC, que emplaza a Rajoy a cambiar de estrategia con la corrupción, que el partido gubernamental se hunde (“El PP, obligado a dar la cara”); el de 'El Mundo' abre el foco y se preocupa por el régimen más que por el PP (“La vida pública debe someterse a una catarsis profunda y sincera”), mientras que el editorial de El País despotrica de la manipulación partidista de la fiscalía por parte del Gobierno (“Fiscalía bajo sospecha. Es intolerable que el perseguidor de delitos trate de tapar la corrupción”)

En el mismo sentido, con más o menos acritud, van los tres editoriales, en el quiosco barcelonés, El Punt Avui (“Utilización desigual de la fiscalía”), que pide dimisiones; el de La Vanguardia (“Las críticas a la justicia y el fiscal Moix”) añora la falta de políticos con sentido de Estado;  Finalmente, el de 'Ara' (“La revuelta de los fiscales deja en evidencia el discurso del PP”) que considera “incomprensible que el fiscal general y el ministro de Justicia continúen en el cargo”, pero nadie, por allá, por acá, se atreve a formularse, una pregunta, con la que me he levantado yo este día, como es que si no andará el fiscal Moix incurriendo en delitos de prevaricación, sí, sí, aquello de dictar resoluciones, sabiendo que no se ajustan a derecho.

La guinda lo da La Razón, para dar “su verdad”, y dar su “particular visión” de la comparecencia judicial de Casals y Marhuenda, por las acusaciones de coacciones a Cristina Cifuentes, presidenta madrileña, para que no destapara el pufo en lo que afecta a Edmundo Rodríguez Segundo, mano derecha de González en el Canal, y consejero delegado del diario, y ahí les tenemos rasgándose las vestiduras, como almas las penas, con un editorial titulado “La verdad por encima de todo”, que encabeza la portada, para decirnos que “nunca, nunca, nunca” amenazaron a nadie ni se inventaron una información, que desprecian cualquier práctica corrupta y emplazan a “los partidos, que tienen la responsabilidad de repudiar la justicia sumaria y los linchamientos”, lástima que existan unas grabaciones, que les dejan fuera de juego, que dejan en evidencia a “su verdad”, otros señores, que se apuntan a la gran premias de nuestros, aquí ni dios asume la responsabilidad, al socaire que les ha malinterpretado sus palabras, en fin pura desfachatez, como vemos por el resumen las aguas bajan envenenadas, haciendo de esto un hedor insoportable.