Al calor de las noticias (veintitrés de marzo del 2017)

Ya andamos al borde del fin de semana, y hoy tenemos que el atentado de Londres manda en un quiosco, que, a su vez, se ha incendiado por la deriva del pleito catalán; donde algunos diarios barceloneses recogen el obituario de Montal, antiguo presidente del Barça, y donde hoy las corruptelas han perdido su peso, eso sí, sin que hayan desaparecido, donde se da cuenta como se ingresaba financiación para el PP vía Fundescam (El Mundo: ““Arturo Fernández, ex presidente de la patronal madrileña. “Dábamos dinero a la fundación del PP para quedar bien con el ‘establishment’”); recordemos la gran afinidad de este señor con la gran “lideresa”; de otro lado, en cuanto al caso Palau, contemos que “Millet y Montull negocian el regreso de 32 millones”(El Punt Avui), que sigue haciendo el seguimiento de los pescadores (“Continúa la búsqueda de los pescadores desaparecidos”), al tiempo que hace entrevista a su antiguo columnista y hoy director de TV3 (“Vicent Sanchis: 'TV-3 debe ser más ágil”); concluyendo con otro éxito, en la sanidad catalana, dado que ha habido un “exitoso uso de catéteres en el cerebro para curar los ictus”, tal como informa hoy El Periódico; y de cuyas portadas han desaparecido noticias como que gobierno y sindicatos ultiman una oferta de empleo público histórica para tres años, que pudiera alcanzar la cifra de cuarto de millón de plazas; al tiempo que se informa que el Supremo anula el recorte del 30% de los vuelos en Barajas, obligándose a dictar sentencias en breves días, para solucionar los ruidos de la urbanización Santo  Domingo; así como que Gas Natural lleva a Colombia ante Naciones Unidas por “hostigamiento”.

Nuevamente tenemos ante nosotros un zarpazo mortal, de factura yihadista, que tuvo como símbolo ayer, uno de los iconos occidentales: el Parlamento de Westminster, al lado del Big Ben, uno de los sitios más visitados del mundo, donde parece que un lobo solitario fue atropellando transeúntes, apuñalando a un policía,  al tiempo que la policía no ha proporcionado aun ningún dato oficial, pero como pueden imaginar el despliegue es total en el quiosco, “El terrorismo obliga a cerrar el primer Parlamento del mundo”, destaca a toda página  El País; “el yihadismo ataca los pilares de la democracia occidental” subraya ABC; de otro lado, La Razón señala un “ataque al Parlamento británico”; yendo al quiosco barcelonés, La Vanguardia apunta que “el terror golpea el corazón de la democracia británica”; mientras que El Periódico habla de “Terror bajo el Big Ben”; al tiempo que no es la gran portada, en El Punt Avui, que refleja que “el terror sacude Londres; concluyendo con que Ara ha titulado “Ataque a Westminster”; ni decir quiere que nos encontramos con abundantes editoriales, que siguen los parámetros consabidos de codena, condolencia, y seguir pensando que solo las medidas policiales no servirán, ando esperando, que alguna vez se aborden los problemas con racionalidad, como sería, como hacer para que miles de jóvenes musulmanes, como evitar que algunos jóvenes se sientan atraídos por el yihadismo radical, reconociendo, que de momento, mi canto caerá en saco roto (Editoriales: El País: “El terror vuelve a Londres”; La Razón: “Europa unida contra el terror”; ABC: “La amenaza yihadista competer a todos”; La Vanguardia: “Terror en Westminster”; El Periódico: “Atentado en el corazón de Londres”; Ara: “El verdadero objetivo del ataque terrorista de Londres”).

Ahora toca contaros los devenires catalanes, que hoy presentan dos aristas, de una parte la condena del Supremo a Homs a un año y mes de inhabilitación, además de una multa de 30.000 euros, por un delito de desobediencia grave cometido por autoridad administrativa al desoír la advertencia del Tribunal Constitucional de paralizar la organización de la consulta del 9-N, digamos en este punto, que tal sentencia es totalmente firme, solo una suspensión motivada del Constitucional, puede evitar la pérdida del escaño; mientras, en el quiosco barcelonés, ha preferido centrarse en la bronca sesión parlamentaria catalana, a cuenta de la aprobación de los presupuestos del referéndum.

En cuanto a la sentencia del Tribunal Supremo, todos vienen a coincidir, que esta sentencia coincide con la emanada del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), que condenó al expresidente de la Generalitat Artur Mas por el mismo delito a dos años de inhabilitación, al respecto, comenzando por El País, que nos dice “el Supremo priva a Homs de su  escaño por incumplir las leyes”; en El Mundo, se subraya que la sentencia del Alto Tribunal cierra la posibilidad de elevar la pena a Mas (“El Supremo avala la línea blanda contra el independentismo”); de otro lado, en El Periódico se enfatiza que  “Homs pierde el escaño del Congreso por el 9-N”, apuntando que “el criterio” del Supremo “marcará los recursos de Mas, Ortega y Rigau”; con otros ojos lo ve ABC, que destaca que  ““el Supremo, condena a Homs por desobediencia y sugiere que malversó”; mientras La Vanguardia refleja que “el TS condena a Homs por el 9-N a un año y un mes de inhabilitación”; al tiempo que Ara refleja que “el TS inhabilita Homs un año y un mes por el 9-N”, concluyendo con El Punt Avui, que informa que “el Supremo cierra el 9-N con una condena a Homs”. De tal circunstancia, la condena, solo se hace eco editorialmente ABC (“Lo de Homs no es política, es delito”), en tanto que apunta que se ha dejado libre la posibilidad de acusar de malversación de fondos públicos en futuras sentencias; por su parte, en La Razón no merece la categoría de editorial, pero en un editorialillo nos apunta que “Homs debe dejar su escaño”, diciéndole que deje de hacer maniobras de leguleyo.

Seguidamente damos cuenta de la otra arista catalana del día, dado que ayer el parlamento catalán, con los votos de JxSí y la CUP el proyecto de presupuestos del Govern para 2017, incluida la disposición que prevé una partida para la celebración de un referéndum independentista, pese a las advertencias de los letrados de la Cámara que avisaron de su ilegalidad, y en una sesión muy bronca, que es recogida con profusión en el quiosco barcelonés, donde La Vanguardia destaca que “El Parlament desoye a sus juristas y aprueba el referéndum en el presupuesto”; al  tiempo que, en El Periódico, se refleja que se da “vía libre a los presupuestos que financian el referéndum unilateral”; mientras que hace constar que  “la oposición carga contra Forcadell para la aprobación de los presupuestos; pero como pueden imaginar, es El Punt Avui, el que celebra con entusiasmo la votación, que bajo el gran titular “Presupuesto y referéndum”, donde destaca que se han reservado los dineros para la consulta, al tiempo que se hace constancia del aviso de que esta partida desoye lo acordado por el Constitucional, pero es el editorial de hoy (“Sentencias y avances soberanistas”), donde se denota su alegría, en tanto que se ha dado “un paso capital porque la soberanía arranca siempre con la desobediencia”; por el contrario, condena esta votación La Vanguardia ( (“El camino de la desobediencia”) denunciando por “erróneo” el mensaje implícito de que todo vale con tal de imponer el proyecto independentista pese a carecer de suficiente apoyo popular; censurándolo El Periódico, al considerar que “la desobediencia lleva a la ilegalidad y esta a la inhabilitación. Ese camino permite superar votaciones y fechas límite, pero todos saben que es un camino a ninguna parte (“Otro paso a ninguna parte”).

En otro orden de cosas, La Razón destaca que La Moncloa ha invitado al vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras al acto al que acudirá el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el próximo día 28 en Barcelona. El evento bajo el título “Conectados al futuro” se celebrará en el Palacio de Congresos de Cataluña y en el mismo Rajoy, según el diario, anunciará una fuerte inversión en infraestructuras, incluyendo el Corredor Mediterráneo; por otro lado, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, insistió ayer en su deseo de dar una conferencia en el Senado sobre el referéndum catalán, pero que no participará en el debate en la comisión de autonomías del Senado, tal y como proponen el PP y el PSOE, diciendo El País, en su crónica, que lo que le duele es que “Puigdemont rechaza debatir en el Senado su plan de ruptura”, a cuenta de ello hace un editorial titulado “Diálogo, no monólogo”.

Ahora es tiempo de contar que el l magistrado Juan José González Rivas, fue elegido ayer presidente del Tribunal Constitucional por el pleno de sus magistrados, que también designaron a Encarnación Roca como vicepresidenta de la institución, ambos fueron elegidos en primera votación con ocho votos a favor y cuatro abstenciones (El País: “El Constitucional elige presidente al conservador González Rivas”), y yendo a dar un boceto de este nuevo hombre fuerte, destacamos que El País, ABC y El Periódico destacan el carácter “conservador” de González Rivas; La Vanguardia destaca que “el bloque conservador se impone en el TC”, mientras que El Mundo  apunta a la división dentro del Constitucional para la elección de su presidente; y donde La Razón recuerda que el nuevo presidente “deberá frenar el secesionismo catalán”.

Ahora toca contar que el quiosco madrileño fustiga a Podemos, a cuenta de las agresiones habidas en Alsasua, al firma un documento en que se consideran victimas tanto a los guardias civiles como los jóvenes radicales, como pueden suponer entran a degüello en sus crónicas (El País: “Podemos considera victimas a los agresores de Alsasua”; El Mundo: “Podemos equipara a los agresores de Alsasua con sus víctimas”; La Razón: “Podemos califica de ‘víctimas’ a los agresores de los guardias de Alsasua”), que merece honores editoriales en El Mundo (“La inaceptable equidistancia de Podemos con las víctimas”) y en La Razón (“Podemos se alinea con los matones proetarras”); en cuanto a los socialistas, hoy se nos cuenta que la gestora insta por burofax a Sánchez a cambiar su forma de financiación de su campaña, al tiempo que le avisa de que podría estar cometiendo un delito y le pide cuentas conjuntas (El País “El PSOE exige a Pedro Sánchez controlar sus donaciones”;  La Razón: “La gestora exige por burofax a Sánchez que deje el “crowdfunding”).

Ayer no nos encontramos con referencia alguna, hoy sí que nuestro quiosco se hace eco de que el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, dijo que “lamenta” si alguien se ofendió por sus declaraciones a un diario alemán en las que sugería que los países del sur derrochaban en “copas y mujeres”, pero afirmó que no tiene intención de dimitir, y donde hoy El País refleja que existe un “aluvión de peticiones de cese del jefe del Eurogrupo por sus insultos”; al tiempo que  El Mundo refleja que “Dijsselbloem se niega a dimitir: Yo siempre soy directo”; concluyendo con que La Vanguardia  apunta que “crece la presión para que dimita Dijsselbloem por sus palabras contra el sur”, siendo merecedor de sendos editoriales, uno en El  País (“Indigno para el cargo”); el otro, en  El Mundo (“Dijsselbloem debe dejar la presidencia del Eurogrupo”); nadie parara en una cuenta, para demostrar nuevamente la debilidad nuestra, en esta disputa entre déspotas ilustrados y los nacionalistas esencialistas, el que pierde la batalla es El Estado heredero de la revolución francesa, con una izquierda incapaz de construir un relato que le aleje de los dominadores del discurso en estos momentos, lo que hace evidenciar que el corto plazo va ser terriblemente duro.