La sinrazón europea

Lo prometido es deuda, una breve reflexión sobre Europa, sobre su sinrazón, en la cuestión de los refugiados, que  revela palmariamente el pozo sin fondo, en el que se ven sumidos los europeos, y donde otra vez Grecia queda como un eslabón débil y perdido, que al igual con la quiebra económica, sirve de pasto a la mayoría de gobiernos europeos, para descargarse de sus culpas, como leeréis en este breve reflexión, por eso haré un viaje desde el mito de Europa, para comprender algo la situación actual.
Se ha venido a mí el recuerdo del mito europeo, y por eso, nos vamos, ¡oh!, a  nuestros antepasados, a nuestros ancestros helenísticos, no está de más recordar que su mitología  es la que inventó Europa, con ese Zeus embelesado en  la hermosa Europa, evento que ocurrió, fíjense ustedes, en una playa libanesa, por las inmediaciones de Sidón y Tiro, llevándosela a Creta, y tras darle hijos, el macho Zeus, le ofreció, le entregó tres presentes, uno de ellos, era un gigantesco autómata de bronce, Talos, encargado de proteger la isla y evitar el desembarco de extranjeros en sus costas; de esta parte  parece es de la que se acuerda Frontex, en donde parece su voluntad es  poder frenar el alud humano, que se esparcen por las mediterráneas islas europeas, donde e un goteo interminable de seres humanos, han puesto en jaque a toda una arquitectura,  que se ha puesto a hundirse, y cuyos cascos son asumidos, sin muchas oposiciones, por parte de la mayoría de los habitantes europeos,
Pero como nos dice la historia, ellos se olvidan de lo que las historias nos han enseñado, deberían recordar toda la historia, referida a Europa y Talos, esta historia concluye con que esta mitología nos dijo también que una exitosa incursión de los argonautas, dirigidos por Jasón, en su búsqueda del Vellocino de Oro, es decir, que otra vez debemos recordar que no hay fronteras ni alambradas capaces de frenar a quienes huyen de la guerra y del hambre.
Nosotros vamos, en una carrera loca, por un camino imposible, donde ya viendo siendo evidente que las soluciones militares, donde aparte de ser bárbaras, no solucionan los problemas, para terminar, con triste colofón, que las soluciones se tornan imposibles en el corto plazo, todo un colofón de la barbarie en que vivimos.
Y la que me llama la atención, es la poca atención que anda ocurriendo con Grecia, que otra vez se le andan cargando sobre sus débiles espaldas una solución, en tanto que señalan con el dedo acusador a Atenas por no proteger suficientemente las fronteras exteriores de la Unión Europea, que con una quiebra económica profunda, le impele al gobierno griego a que  protejan ellos solos los  11.000 kilómetros de costa de sus numerosas islas, algunos debería regalarles la historia de Europa, Talos y los argonautas.
Y donde en la mitología, la acción se desarrolla en las islas griegas, las circunstancias actuales, no se encuentran muy lejos, ahora Talos ha sido llevado a Turquía, lo que ahora no hará será detener la entrada de refugiadas, de lo que ahora se trata es evitar la salida del enorme portaaviones, que es ahora su territorio, lo cual garantiza garantías mutuas de recibir buenos estipendios, unos necesitan la entrada  y dineros, nosotros, que estos rudos musulmanes no turben la paz de la cristiandad, de paso le ponemos a caer de un burro a los  humanistas, a quien se le ocurre, en esta sociedad, paradigma de las libertades, de la democracia, se le ocurre reclamar que se cumpla la ley, aquí solo puede hablar paraíso a los europeos pata negra.
Hasta las televisiones, hasta famosas ONG’S nos dicen lo insolidario que somos, que lo somos, que orgullosos de nuestro Estado de Derecho, nos limpiamos nuestras posaderas con nuestras  propias normas, y seguimos diciendo que somos la quintaesencia del humanismo, pero mañana mismo daremos otro paso en nuestro descenso a los infiernos, se puede cerrar en un acuerdo en Ankara, donde todo se arreglará con unos cuantos millones de euros, no se trata de hacer ver como los ganadores  purgan sus penas, repartiendo millones, así que los turcos se harán cargo los musulmanes, y nuestra sagrada civilización permanecerá a salvo, así es como creen que esta implosión por los refugiados no vaya más allá,  nos habremos salvado de ella, a costa de salvar con dinero, nuestras miserias democráticas, pedir dignidad se arregla a base de dinero, gran lección para las futuras hornadas de la humanidad.
Pero hete aquí, que la solución dada, se olvida de que hay un eslabón muy débil, una eslabón, que revela, hasta que punto, nuestras admirable autoridades, ajenas a toda condición humana, no han pensado en que Grecia, una vez y otra vez más, se convierte, en la cadena europea, ese eslabón que se puede romper, recordando la peripecia anterior, más menos, veremos qué puede pasar en esta Europa, donde los vientos de la sinrazón se adueñaron de ella, pobre Zeus, pobre Europa, pobre Talos,  esta Grecia atormentada por el euro, en plena tormenta de la deuda,  ahora va a ser presa de la tormenta de la zona Schengen, con lo cual   algunos creen que se salvan a sí mismos, han hundidito para siempre el sueño europeo.
No creo que sea malo recordar el rescate financiero griego, donde a cada rescate, la soga al cuello se cernía sobre el cuello griego, cuantas veces esta escena, me recordó más de una vez a nuestros antepasados, con se artilugio criminal que fue el garrote vil, se libraron de él, pero a costa de una amarga penitencia, en forma de peores condiciones de vida para la población griega, se les ofreció una amarga hostia, que han dejado famélica a territorio, al que deberíamos loar continuamente, allí surgió las discusiones racionales.
Seis años después, el producto interior bruto (PIB) de Grecia ha sido amputado en una cuarta parte, el desempleo alcanza el 26,5% y la deuda lejos de reducirse no ha hecho más que crecer, hasta llegar al 180% de la riqueza nacional, tal éxito ha sido tan rotundo, que hasta el FMI se ha llevado las manos a la cabeza, hasta tal punto andaba el enfermo, que estos señores dijeron que esto era insostenible, y propugnar en vano una quita de la misma, nuestros afamados dirigentes callaron ante el abrazo del oso de las huestes de Merkel. No valió siquiera la rendición de Breda de Tsipras, ante la amenaza de la exclusión de la zona euro, nada de
Pero esta vida de infortunios, de meandros, donde nuestras naves no saben dónde van, en esta Grecia dolorida y exhausta, llevan desembarcando, desde hace más de un año, cientos de miles de refugiados e inmigrantes, huyendo de las sacrosantas guerras, todo por nuestra manía occidental, de resolver los conflictos, que no es otra, que para salvar nuestros sacrosantos principios, nos metemos en camisas de once varas, mandamos ejércitos, y donde los mercenarios, nuestros también, en forma de ejércitos privados, se dedican a poner el ventilador de  todas las barbaries.
En el año pasado, asistimos a actos entrañables de la señora Merkel, parecía  ponerse del lado griego, vana esperanza, a nada que le hurgaron en su traje, ahí te quedas solito, para que los reaccionarios europeos le pongan de vuelta y media, recibiendo recibir furibundos ataques y severas amenazas de exclusión, por su presunta negligencia en el control de sus fronteras, a la cabeza claro nuestra democrática derecha europea, que se ha puesto a defender la cristiana Europa, con lo cual nuestra dignidad, queda tirada por los suelos, pero esto es continente, todo por defendernos de los barbaros,  y, en particular, Austria.
Y nuestros desvariados dirigentes europeos, presos de un frenesí humanitario encomiable, no supo hacer nada contra los interminables muros de espino, que poblaron y pueblan muchas carreteras europeas, la derecha reaccionaria ha hecho causa de ello, y de estos polvos, ni imaginarnos podemos que lodos nos traerán, precisamente no serán momentos liricos, ahora la situación de esa enferma civilización, una vez, por la via de los hechos, consolidado el cierre de fronteras, y una vez que Ankara no haga ascos a nuestros dineros, resulta que vamos a tener  decenas de miles de inmigrantes y refugiados se van a quedar en territorio, y para esas masas ingentes se necesita dinero, los griegos solicitan urgentemente unos 400 millones de euros, desde la magnánima Europa le dice que le van a dar 700 millones de euros en ayuda humanitaria acordados esta semana, pero en tres años, es decir, cumplir nuestro viejo refrán “a falta de pan, buenas son tortas”.

Me dirán que quiero decir con esto, que este continuo empalamiento a los griegos, obedece a una lógica excluyente, incapaces de ver de dónde venimos, ni siquiera creo que sepan el componente helenístico en nuestras tradiciones, para todos estos señores las únicas credenciales europeas es el cumplimiento de los santos sacramentos neoliberales, para estos señores que Grecia fuera la cuna de Pericles  y del humanismo filosófico, les importa  literalmente un higo,  para ellos supongo que esto es una anomalía en el futuro feliz de la arcadia neoliberal europea, lo que no parecen comprender, es que el humillamiento a los griegos es una ignominia a lo mejor que ha dado Europa  la humanidad, no es solo que es una invitación a que Amanecer Dorado tome el poder en Grecia, es una invitación a los Orban, a los reaccionarios catabólicos  polacos, a los reaccionarios franceses de Le Pen, a los reaccionarios ingleses, que son los que serán sus directos beneficiarios, y donde mucha parte de la derecha se ha dejado epatar de esa deriva, no comprenden que este seísmo ha supuesto una muerte, que nos desangra muchos, en vez de fortalecer los eslabones débiles, hemos decidido romper la cadena europea, terrible el precio a pagar, por supuesto que enganchar  nuestro eslabón débil, el nuestro, el de la España dolorida, no es objeto del interés político, periodístico y social, así será que nuestra capacidad de tragar más mierda, se verá exponencialmente aumentada.

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