Nuevos poemas (tiempos de tribulaciones)
Esta solitaria habitación
Esta solitaria habitación,
de estrechos muros,
limitando van
estos gritos desolados,
donde mi soledad
separarme quiere de mi conciencia.
Esa efímera sensación,
que sabiendo que existe
no la puedo nombrar,
ensimismado que ando
en mis quehaceres diarios,
ya ni su fulgor instantáneo,
evita que cuando miro
solo vea esa nada,
que me va agrietando,
en esa noche
del vacío permanente.
Esta soledad profunda,
esa conciencia vanidosa,
condenada a la impotencia,
escondida anda
en esta lóbrega habitación,
que va alargando
estas noches tan largas.
Es esa luz que nada quiere ver
ciega quiere ser,
nada quiere tocar,
nada quiere conocer
del espacio cercano,
infinito se le va haciendo,
vacía se va quedando,
nada posee ya en esta vida.
Ese confinamiento no deseado,
este confinamiento angustioso,
esa desesperada sensación
del que ya no puede retener nada,
esa soledad eterna de tu conciencia
Eso que nos pasa
Este cansancio mío,
esta angustia que me agarrota,
esta alegría momentánea,
ese pavor que atenazando va
cualquier esperanza mundana.
esa humildad perdida.
Esas noches todas,
esa nostalgia
del año setenta y ocho,
ese sentido común perdido,
esa rebeldía que
animo todos estos años
Esa herencia dolorosa,
mi irrenunciable
derecho a equivocarme.
Ese desdén
que la vida me da,
ese llanto amargo,
esta agonía de vid,
este sufrimiento,
esta vida nuestra,
tan pobre,
tan yerma,
tan falta de esperanzas.
Un día de mi vida
Entrelazando,
juntando
palabras
que tengan
sentido,
para decir algo
no sé qué será,
escribo veinte páginas,
las repaso de nuevo,
ni se ya lo que escribí.
Vuelvo a leer,
suena el teléfono,
cambia de compañía,
dices que te llame
en otra ocasión,
debes que cortar
la llamada,
llaman a la puerta,
son dos mormones,
les dices mi Dios
no es vuestro dios.
Me siento en el sofá,
Bogart, Bacall
como la gozo,
de pronto
me pregunto
¿Dónde estás?,
¿Dónde estás?,
no puedo olvidarte,
llegarás un día de estos,
aquí ando esperando,
así es que transcurrió
un día de mi vida.
Entre tus brazos...
Entre tu piel y la mía,
tus brazos y los míos,
cuánto fuego hay,
hierven todos los poros,
quemados a fuego lento,
sábanas blancas desarboladas,
ya no existe la noche,
los dos solos,
los dos exhaustos,
ves luces,
solo hay sombras
feroces andamos
entre ese antes
y ese después.
¿Dónde los sueños cumplidos?...
¿Dónde ese sueño cumplido?,
¿Dónde las esperanzas?,
Donde las máscaras bailan
en honor
de los sueños rotos,
Donde las rodillas rotas,
¿Dónde los brazos
Para las levantarnos?,
¿Dónde los oprimidos?,
¿Dónde las banderas?,
¿Dónde los sueños?,
Donde andarán
Los espacios
Que no sean mercancías,
otra vez las luchas,
para ser
Hombre Dignos,
de llamarse por
ese nombre,
¿Dónde andarán
los seres humanos
luchando
por su dignidad?,
andarán viendo
televisiones
viendo
las revoluciones muertas,
aquí andamos
nuevamente
los emancipadores
para gritar
Pan, trabajo,
libertad y dignidad
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