Al calor de las noticias (catorce de enero de 2015)

Y seguimos bajo el manto de la matanza de hace una semana en París, y ya vemos, como presentíamos, esos eran mis temores, y no hacía falta ser un lince para saber que la matanza iba a ser pasto de los intereses de estos ilustres gobernantes europeos, de nuestros dirigentes en España, como buena sucursal o vanguardia en la toma de decisiones, y claro da tristeza comprobar que nuestro traje democrático, ya lleno de muchos sietes, que donde no parecía que hubiera un roto, se le hace aparecer, se nos dice que ya tienen todo dispuesto para proceder a tapar este nuevo siete, algún día nos quedaremos sin ese traje, y un nueva prenda habrá aparecido ante nuestros ojos, no podemos decir otra cosa que los buitres han hecho pieza de nuevo.

Ya tenemos entre nosotros un nuevo debate entre libertad y seguridad, sobre los cadáveres esparcidos de los trabajadores y dibujantes de ‘Charlie Hebdo’ , estos ilustres gobernantes, llenos de arrogancia, de estupidez, incapaces de trascender a las ramas de nuestros frondosos árboles, se va a dejar pudrir unos troncos, que hace años parecían sólidos, y hoy parecen haberse contagiado de la grafiosis que un día asolo a los olmos en nuestra desolada tierra, quizás algún día de tan buenos tratamientos, se nos quede seca una olma que esparza los frutos por los confines del mundo.

Y para constatar que efectos tan tremendos, devastadores efectos tiene sobre nosotros, veamos que la prensa de nuestra tierra desolada lanzan sus campanas al vuelo, veamos sus titulares:

El País:

"Valls declara que Francia está "en guerra" contra el yihadismo. EL PAÍS, con 'Charlie Hebdo'"; "Gobierno y PSOE alcanzan un pacto de Estado contra el terrorismo".

ABC:

"PP y PSOE pactan medidas drásticas para que el Estado frene el yihadismo. La yihad jalea los ataques de París y amenaza desde España por internet. Marruecos desmantela una célula del Estado Islámico cerca de Ceuta".

El Mundo:

"Pacto de Estado entre PSOE y PP para una ley antiyihadismo".

La Razón:

"Pacto de Estado contra el terrorismo yihadista. Humor contra el horror. Francia aislará en las cárceles a los islamistas radicales. Cameron no descarta prohibir el WhatsApp para evitar atentados";

La Vanguardia:

"Pacto contra el yihadismo entre Gobierno y PSOE. Francia declara la guerra al terrorismo. Los atentados dan alas a la ultraderecha en Europa. Los gobiernos quieren verlo todo".

El Periódico:

"España hará una ley contra el yihadismo. Los supervivientes de 'Charlie Hebdo' se emocionaron ayer en la presentación del nuevo número tras el atentado. Valls: "Sí, estamos en guerra".

Ara:

“La UE intenta desatascar el registro europeo de pasajeros”.

Como pueden ver parece que todos andan contentos, me conmueve tanto jolgorio de nuestra amada prensa, dispuesta dichosa a hacer nuevos sacrificios para que el equilibrio entre seguridad y libertad, no deben darse cuenta que dicha balanza hace ya algunos tiempos perdió el fiel de la misma, lo que difícilmente puede decirse que los nuevos parches guarden el equilibrio, y en esas andamos de nuevo ante el enésimo Pacto de Estado ( amados lectores ¿cuántas veces hemos oído esta aseveración?) entre el PP y el PSOE está llegando a un acuerdo, que nos dicen que serán presentados a las restantes fuerzas políticas, en tanto que nos dicen que ante hechos excepcionales, hay que tomar medidas excepcionales, y fíjense en este frenesí de las palabras, pues ahora nos dicen que no se tratan medidas de excepción, que se trata de evitarlo, se trata de vestir un santo para vestir otro, como solemos decir por estos lares, y haciendo repaso de mi tradición jurídica, se trata de hacer tantas leyes especiales, en el sentido de normas especiales, que viene haciendo añicos la norma general de la que dice ser su heredera, ahora el pretexto son los que se denominan lobos solitarios, registro de personas en viajes, para que se les impida libertad de movimientos, mayores controles en los servicios ligados al mundo cibernético.

Pero caminamos desde hace años en una cuerda de alambre fino, venimos de haber hecho cárceles “ad hoc” fuera del control de los tribunales, venimos, como vimos el año pasado, que aquí se espía a todo lo que se mueva, incluso sin que haya habido un gran escandallo, se espió hasta el teléfono de Angela Merkel, y no olvidemos que estas medidas siempre se trata de ampliar los poderes de los servicios secretos, es decir, de ampliar su impunidad, vivimos en la época del espionaje universal, y donde grandes emporios económicos se prestan gustosos a los designios de estos servicios secretos, va siendo hora de recordar que en el año 2013 el Parlamento Europeo congelo la propuesta que trataba de poner en marcha un amplio fichero europeo de viajeros en transportes aéreos, por considerar que se trataba de una medida que violaba derechos fundamentales y que resultaba desproporcionada, y si esto es era bien cierto en ese año, pues nadie nos has explicado bien, ni remotamente siquiera, a saber como esos ficheros pueden evitar atentados, más bien uno cierta certeza que son medias de control de la población, como cada cierto tiempo ocurre, cuando nos llegan actos en los cuales andan implicados los servicios secretos.

El razonamiento que nos vienen haciendo estos ilustres gobernante, se nos dice continuamente que necesitamos información secreta sobre algunos ciudadanos, y como que es secreto no podemos decirnos nada en que son útiles estas medidas, todo se basa en una relación de confianza, se nos dice es por vuestro bien, para conservar vuestras libertades, pero vemos como se vacían de su contenido a todo un amplio grupo de libertades, ni me gustaron en el pasado los servicios secretos, ni por supuesto me gustan ahora sus andanzas, sus tiempos buenos para su impunidad, para seguir torturando, para seguir menoscabando la dignidad humana.

Y por si no fuera poco si no quieres una taza, hoy tenemos dos, lo decimos a cuento de la Sentencia del Tribunal Supremo en cuanto a la aplicación de la doctrina europea sobre acumulación de pruebas ("El Supremo decide que los etarras Santi Potros y Plazaola vuelvan a prisión" (El País); "Santi Potros tendrá que volver a prisión tras el fallo del Supremo" (El Mundo); "El Supremo abre la puerta a que 'Santi Potros' vuelva a prisión: rechaza que se computen las condenas cumplidas en Francia" (La Razón)); en una decisión tomada, no por unanimidad, por nueve votos a seis, rechazó que los etarras se beneficien del descuento de penas porque la ley aprobada en España para aplicar el acuerdo marco no permite acumular las condenas anteriores a agosto de 2010, lo que en la práctica a decisión del alto tribunal contradice no solo la interpretación de la Sección Primera de la Audiencia Nacional, que ordenó la excarcelación de Potros y Plazaola, sino también la adoptada por el propio Supremo el pasado marzo, cuando se pronunció a favor de descontar los años de condena cumplidos en Francia al etarra Joseba Urrusolo Sistiaga, aunque el nuevo cómputo no le bastó para quedar libre, excluye a la mayoría de los presos de la banda terrorista, ahora no tendremos otra que hacer que esperar que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos Europeos se pronuncie, y nos dé un nuevo rapapolvo jurídico, pero ahí vemos otra vez que grandes defensores de la libertad y de aprovechar la oportunidad para encontrar juristas se ha perdido de nuevo, y por aquí nos encontramos todavía que ante este deterioro fundamental de nuestro sistema democrático, se dedican a hablarnos de lo sinsabores de la cuestión catalana, malditos tiempos que andamos viviendo, habrá que seguir luchando contra tanta ignominia

Por cierto plantearse negociar sobre estos presupuestos escritos en el presente debate, será lo más demencial de todas las posturas, es hacer la inevitabilidad de los recortes de las libertades, más bien se trataría de recuperar un cierto tono de recuperación de la racionalidad jurídica, recuperar toda la tradición ilustrada que inspiro los códigos penales del siglo XIX y XX, hasta que un día perdemos esta tradición, y donde las normas especiales, que han lastrado tanto nuestras libertades, bajo el pretexto del terrorismo, reconociendo que en los actuales momentos tal debate será condenado a las hogueras, decir que bajo hemos caído es decir ya poco.