Al calor de las noticias (28 de noviembre de 2014)

Hoy ya es viernes, y mis nervios por primer recital sigue ahí, supongo que al tocar el escenario, es cuando desaparecerá creo yo, pero antes de que lleguen esos menesteres, pues andamos ya con las primeras luces de este viernes, y acudo a mi cita con nuestra afamada prensa, que debate de Mariano Rajoy y la presentación del programa económico de Podemos.

De la intervención de ayer de Rajoy, con su enésimo plan anticorrupción, no genera entusiasmo, salvo en un periódico, en donde consignan que toda la oposición, empezando por el PSOE de Pedro Sánchez, renuncian a pactar porque la oferta de las 70 medidas llega tarde y mal, y el presidente del Gobierno y del PP carece de credibilidad en la materia.

La histórica cesión de Gran Bretaña a Escocia de la gestión de todo el IRPF y la Seguridad Social es el segundo asunto relevante del quiosco, aunque solo asoma en las primeras páginas de El País ("Escocia logra una histórica cesión de autonomía fiscal"), El Mundo (“Londres cede la gestión del IRPF y la Seguridad Social a Escocia"), La Vanguardia ("Londres cede a Escocia más competencias, incluida la renta"), El Periódico ("Londres cede a Escocia el impuesto sobre la renta"), y esta noticia merece el editorial de Ara (“Mas competencias tras el referéndum. Londres intenta aplacar el malestar de los escoceses después del resultado del 18 de septiembre”).

El trazo grueso del quiosco se complementa en la capital del reino con el unánime rechazo de todos los diarios al borrador de programa económico de Podemos que ayer presentó Pablo Iglesias mientras se airean presuntas irregularidades de la compañera de éste, Tania Sánchez, candidata a las primarias autonómicas madrileñas de IU del domingo, con pisos de protección oficial para sí, su hermano y su padre.

Ahora volvemos sobre los pasos de Rajoy, y aquí vemos que sólo La Razón aplaude hoy el plan anticorrupción de Rajoy para amonestar editorialmente a Sánchez: “El PSOE no votó las medidas del Gobierno, pero sí estará obligado a cumplirlas y acatarlas”. Dos páginas más allá, Francisco Marhuenda escribe que el debate parlamentario “era tan imprescindible como inútil” y que “los líderes de la oposición se erigieron en justicieros a la búsqueda de rédito electoral”, este comentario de que el debate parlamentario me parece muy grave, se puede decir que están encorsetados estos debates, puede ser cierto, pero decir esa frase no tiene ninguna justificación, es un desprecio al parlamento, es por tanto un desprecio a la democracia, ya vemos que a veces los subconscientes les traicionan, el claro está más por esos catódicos debates donde hay más espectáculo que pensamientos, y esto ahonda en todas mis perplejidades, que son muchas hoy.

Mas matices hace hoy ABC, que apoya a Rajoy, pero sabe que eso no basta: “La opinión pública no reprochará al Gobierno que saque adelante su programa regeneracionista sin el apoyo del PSOE, pero es preciso ver cuanto antes los resultados concretos de esta voluntad de cambio de Rajoy”.

El Mundo lo ve más crudo: informativamente destaca que no habrá pacto de Estado contra la corrupción; y editorialmente, que el plan de Rajoy llega tarde y sin consenso. El editorial de ‘El País’ resalta que el discurso regenerador tiene poco futuro ante la falta de credibilidad del PP mientras no se renueve.

En Barcelona, el editorial de El Punt Avui (“Rajoy ya no puede pasar página”) denuncia que el debate exhibió la peor cara del partidismo; en La Vanguardia (“La corrupción, una pesada losa”) nos dice que se asuman las responsabilidades políticas que correspondan; y por último El Periódico reclama mano férrea en vez de actitudes tibias y viejas respuestas.

Pero mi reflexión a la vista de la intervención de ayer, es que muchos esperaban una cosa, que el propio Rajoy no puede dar, un análisis sincero de lo que ha ocurrido con el entramado de la Gürtel, y claro sobre como se ha financiado el PP en estas últimas épocas, décadas, y es que solo mencionar sus tesoreros comprenderán bien, que son muchas las explicaciones a dar: Naseiro, Lapuerta, Bárcenas; por eso su objetivo no podía ser alcanzado, como acertadamente puso de manifiesto el portavoz de IU, Joan Coscubiela, al decirle que era Rajoy la X de la corrupción, en tanto que su figura y su biografía están tan ligadas a la vida orgánica del PP en las dos últimas décadas que está totalmente imposibilitado para hacer ese análisis sin colocarse a sí mismo en un disparadero, pero claro esta cuestión no debe ser del agrado de los sesudos analistas o acólitos del poder establecido, y temo mucho para mí que solo desde una convulsión interna de los militantes puede venir alguna solución, que hagan ruptura total con lo que ha sido el Partido Popular desde los años noventa, creo que ellos se andan jugando mucho en esta crisis, y claro ando pensando que ese vacío puede ser ocupada por otras agrupaciones políticas, lo cual no sé si alegrarme o compadecerme.

Vemos entonces que la prensa madrileña ni la barcelonesa no aborda la cuestión esencial que se debe abordar ahora y aquí, desde toda la prensa se nos dice y se repite que es necesario consenso, pues bien necesita dos cosas, voluntad política para acabar con ella, un nuevo modelo de relaciones entre el sector privado y el sector público, me ando refiriendo claro a la legislación de contratación administrativa, un Tribunal de Cuentas independiente de los avatares políticos, y unos servicios de inspección de hacienda y un servicio financiero publico bien articulado, o sea mecanismos de control público, y como no decirlo, acabar con el mito de los servicios públicos privatizados, sin esas bases creo imposible revertir la situación; y hablando de voluntad política, pues igual que Felipe González se convirtió en tiempos en un tapón, ahora ese tapón los encontramos con Rajoy y todos sus acólitos, pues bien creo que es necesario desactivar ese obturador.

Ahora vamos con los que se dice con el programa económico de Podemos, y claro vemos como el pensamiento dominante es el gran paradigma que defienden nuestros afamados periódicos, y claro, como era de prever, pues ya le suspenden sin remisión, como suspendería toda voz que se aparte de su arcadia feliz, que tanto goce y disfrute nos da. En primer lugar vamos al periódico La Razón que hace la siguiente portada: “El utópico plan económico de Podemos: banca pública y que el crédito sea un ‘derecho’. Entre las medidas, una renta básica limitada, que ya está vigente con el PP”. Un editorialillo lo califica de “populismo económico de andar por casa”. Dentro titula “Podemos rectifica: sin jubilación a los 60 ni renta básica universal” la pieza que rebate uno por uno ocho puntos enunciados del borrador.

El País titula en primera: “Podemos renuncia a sus propuestas económicas más radicales. Iglesias se presenta como el verdadero “socialdemócrata’”. Y dentro: “Podemos modera su discurso al aparcar el impago de la deuda y la renta universal. El partido defiende una banca pública ‘para que el crédito sea un derecho’”. La información se acompaña de un análisis de José Carlos Díez sobre el borrador de programa de “unos comunistas que decidieron abandonar Izquierda Unida” –así empieza—y que “están aliados –así acaba-- con comunistas alemanes, griegos y portugueses”. En cualquier caso, el europrograma de Podemos “era un disparate, como ha reconocido su líder, que ha decidido en seis meses cambiarlo”; y el nuevo no tiene tampoco pies ni cabeza. “Ignoraba –escribe Díez-- que los economistas Torres y Navarro no supiesen la función del ICO”.

El Mundo abre con ello la portada, siendo su titular de “Podemos: más funcionarios y más salarios porque “España es rica’" se complementa, dentro, con el de "Una banca pública y derecho al crédito”. Y tampoco perdona el editorial: “Podemos o la delgada línea que separa la demagogia del desastre”. Así empieza: “Nada hay más peligroso en política que las buenas intenciones. Y no saber cuál es la distancia entre lo deseable y lo posible. La virtud, que decía el clásico. Porque, aunque el discurso económico de la formación que dirige Pablo Iglesias se ha moderado hasta el punto de definirse como socialdemócrata –con alusiones a Roosevelt incluidas–, la mayor parte de sus propuestas están hoy fuera de la realidad". Y de esta forma se remata: "Sin ser las posiciones bolivarianas de las que partían deberían revisar su propuesta si pretenden gobernar algún día”

Eso es lo que dice el pensamiento único, cualquier gota de disidencia es preciso ser anatemizada, y claro ahora es cuando Podemos se deberá ir dando cuenta que les van a tirar a dar, desde los tobillos a la cabeza, al fin y al cabo verán que las luchas son bien duras, que muchas veces se fracasan en conseguir cosas, y que sus esperados triunfos a lo mejor no llegan todo lo pronto que desean, ahora se empezaran a dar cuenta que ya estamos como el resto de los mortales, que ha perdido su virginidad, y ahora toca la dura batalla contra el poder, contra el capitalismo, y pienso por ahí que viene una de las principales asignaturas de Podemos, en tanto que ha primado en esta organización, el discurso político, es decir, de cómo se arreglan las cosas de la superestructura, y aquí es donde puedo y debo incidir, estamos no solo una crisis de las superestructuras, que hay solucionar claro está, pero siempre acompasada de resolver los problemas de las estructuras sociales, y por eso ante la profunda mutación que se ha generado en el capitalismo, en estas últimas décadas, así como que tras esta crisis ya tampoco será lo mismo, por eso creo que las soluciones socialdemócratas tampoco nos valen, han resistido mejor el embate neoliberal, pero también se ha tenido que acomodar al embate neoliberal.

Lo que ando intentando decir es que como afrontar de dar respuestas a la estructura, es decir, como resolver los conflictos de clase existentes, retomar claramente que debemos centrarnos con los problemas del centro del trabajo (recuperar la voz y levantar el velo que tapan sus problemas a esta sociedad), y todo ese mundo que rodea al factor trabajo (transportes, vivienda, comida, etc..), al tiempo que resolvemos estos problemas, podemos resolver los problemas de la superestructura ( es decir el trayecto político),para lo cual la construcción de Estados que superen los Estados Nación se hace más necesaria que nunca, fíjense entonces el enorme reto que nos enfrentamos, y aquí es donde viene la gran pregunta que me ando haciendo: ¿ Podemos está en condiciones de este reto?, yo considero que no, en tanto que solo está por hablar del trayecto político, no ha hecho una apuesta clara por resolver el problema de la estructura social, y es que quizás no lo quieren resolver, por eso mi distancia con ellos, que no es un fallo de ellos solamente, es un fallo en el que incurre también muchas personas, consideradas de izquierda, al preocuparnos más del trayecto político, hemos dejado huérfano nuestra discurso emancipador.

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