Poemas sabatinos
Tarde oscura
Tarde oscura, inminente tormenta,
parado ando, viendo pintada,
“abandona la esperanza si entras aquí”,
memoria viva,
primer día de universidad,
ante presente, ayer y hoy.
Deseos desamparados,
parados ante el muro,
vivir a sorbos quise,
tragado fui por los ríos de vida.
Contemplo ese cielo inmenso,
oscuro, casi negruzco,
aires precursores,
de la futura lluvia,
las ramas andan agitándose,
mas los troncos erguidos andan,
tremenda lección
me dan estos seres vivos,
Incapaces somos
de echar raíces,
tremenda experiencia,
cuando lo que piensas,
es tan diferente con lo que hay.
Todo lo tienes ahí,
Pero tu sueños te confundieron,
cruel diferencia esta vida mía,
que pienso lo que pienso,
y vivo lo que vivo,
sentir no quisiera,
triste estaría,
más dolorido estoy,
es lo que siento.
Deseo tumbarme ya
Calle finitas, enclaustradas ente enormes edificios,
pálidos reflejos de sol en sus calles,
deseo tumbarme ya.
En las ciudades el aire apenas llega ya,
armatostes de plástico,
fuego expulsan a la ciudad,
relincho de los coches siento,
deseo tumbarme ya.
Rey de los mendigos murió,
tambores no sonaron,
voces de un locutor,
anuncia que un rey abdico,
nadie anunció su llegada al cementerio,
deseo tumbarme ya.
Trenes de cercanías son
los nuevos caballos,
que la cuidad atraviesan,
antes escuchabas sus voces,
ahora solo escuchas
los sonidos que salen
de los teléfonos,
deseo tumbarme ya.
Desiertos abrasados de coches,
es lo que es mi ciudad,
como golpean los oídos,
cláxones gemir,
Dese tumbarme ya.
Cruzando va un jinete la ciudad,
huyendo va
en la despavorida calle,
donde habita el reino de las sombras,
deseo tumbarme ya.
Polvareda nueva se levanta en la ciudad,
anuncian de nuevo llegada del mesías,
el mundo va a acabar,
deseo tumbarme ya.
Serpiente de cascabel
ahogarme quiere,
mis sueños queridos,
deseo tumbarme ya
Testigo quiera ser
de las luchas mías,
de las luchas tuyas,
cuanto sufrimiento
contra el que luchar,
quiero tumbarme ya.
Toro Sentado te dijeron que murió,
Toro sentado somos todos,
atronemos nuestros tambores,
respuestas no esperamos,
algo más que palabras,
deseo tumbarme ya.
Ardiendo nuestra carga
Ardiendo esta el mar,
velas desplegadas están,
sirenas del puerto están sonando,
ningún puerto acoge nuestra carga,
el silencio de las ciudades
crujen nuestros corazones.
llevamos prisa,
los esfuerzos son inmensos,
nuestra carga
a punto de arder anda,
ahora los tiroteos
con palabras lo hacen,
bramando andan,
orgullosos de su destino,
nuestra carga
a punto de arder.
quisiera contar cuentos sin fin,
de zíngaros con sus melodías,
relatos de monstruos de mar,
de heridas ballenas de mar,
de tesoros escondidos,
de piratas ya envejecidos,
mas nuestra carga
a punto de arder anda,
tremendo esfuerzo
hemos de hacer.
Día hermoso será,
en que atracar podamos,
echando el agua,
que nuestra carga necesita,
ese día te contare
como una dama caribeña
me alegra la vida.
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