Poemas dominicales…..
¿Qué será de mí en unos años?
¿Qué será de mí en unos años?,
eterna pregunta que me hago,
cuando más ajada tenga mi piel,
cuando la sangre
me corra más lenta,
cabellos más canosos tendré,
ojos más cansados verán
el transcurso de la vida.
¿En quién pensare?
mujer tendré a mi lado,
las caricias que vaya recibiendo,
en mi corazón tembloroso
en el roce de una piel
junto a la mía,
donde tu misteriosa figura,
se le levanto el velo.
Donde el amor al fin
acompañe mi vida,
mis ojos te sigan
turbados como siempre.
Tarde de domingo
¡Ay vida mía!,
cuando palabras faltan,
encontrarlas no puedo,
expresión profunda
de que significa
momento maravilloso de esta vida.
Rayos de sol me ciegan los ojos,
hundido en el denso silencio
de esta habitación vacía,
latiendo como torrente
esta sangre mía,
palabras no tengo,
Que me martilleen,
ni sientes que te vengan.
Cuantos deseos
de subir a tu cuello
Y poder rozar con mi lengua
todos sus recovecos,
morder tus labios
la sonrisa de tu boca,
manos sujetando tu cabeza,
cerrando voy mis ojos,
sintiendo los tuyos sobre mí,
velas apagadas,
aullando nuestros susurros,
dormidos quedaremos
en la paz del lecho destrozado.
tal vez pensare también,
tarde de domingo,
hojas empapadas,
lluvia tranquila
de un tarde de otoño,
Y tu cobijándome junto a mi,
cubriéndonos bajo este paraguas,
camino del cine vamos,
por las calles tranquilas,
vas penetrando mi corazón,
agua que inunda mi corazón,
ileso ya no soy,
leve espuma de la
dicha encontrada.
camino de casa,
solitario camino,
ya no queda nada
de la tarde maravillosa,
ni los arboles agitan sus ramas,
ni la suave caricia sientes ya,
se fue ya camino de su casa,
viendo no vas sus ojos.
los sientes, y los vives,
ya no tiene sentido
este camino solitario,
solo quiero ser
el cauce de tu río.
Me siento hombre y polvo,
pasado el día,
cuanta luz das a mi vida,
llenas mis horas con tus palabras,
Que ocupaste mi boca,
sujetaste mis manos,
en las calles estrechas,
camino del cine,
los vinos bebidos,
alegría de nuestros ojos,
solo en el habitación,
existes en mí,
Otra tarde de domingo
quiero que venga,
esperanza de toda la semana,
estar contigo, cuanta angustia
fuera de tu mirada, de tu risa,
lejanamente tu estampa,
anda en mí,
tarde de domingo deseo,
cauce permanente de tu rio,
no más noches solitarias.
Día libre
Descansando ando en mi tarde,
limpieza cocina hecha,
al sofá me echo,
mi vaso de café,
Liando mi cigarro,
tras el duro trabajo,
postura quiero tomar,
que no me cause dolor.
Mas no se
el café a sentarme mal,
en la mesa lo dejo,
ha aparecido un señor,
es la cara del vinagre
echa realidad.
utiliza términos imperativos,
tu vida quiere decidir,
al sufrimiento condena al vivo,
cuando malherido está,
si disidente eres,
condenado eres,
acólitos le acompañan
para tu condena eterna,
marcan quieren
tu existencia,
ellos decidieron ya
que por encima
de nuestras vidas están.
Yo creyendo, cuando levente,
que día libre quisiera tener,
Señor Ministro
no decida mi vida.
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