Comienzos de una semana
Una luz siento
Invoco tu nombre en las penumbras,
murmullos llegan
desde el oscuro túnel de la vida,
donde han labrado tus raíces,
tu nombre femenino,
silente siempre,
amparas mis células de vida,
eres el aire que vida me da,
años que voy cumpliendo,
deseos de la vida no estrenada.
De tu pesebre quiero comer,
silencios cálidos,
convocando
a los poros de mi piel,
vientre sobrecogido,
latidos de un corazón malherido,
ríos de vida
mi sangre quiere ser,
llantos que prólogos fueron,
empujando una luz siento,
convocando hombres
para los nuevos caminos.
Niño de la guerra
Cara triste, fusil en mano,
ayer vi tu foto,
agonía de un mundo destrozado.
Pura inocencia hecha pedazos,
donde lengua de tu niñez has perdido,
yo, desde mi habitación vacía, solitaria,
solo gritar puedo.
No puedo cambiar tu paisaje,
sueños de juegos
quisiera que tuvieras,
a pesar de todo,
alguna sonrisa dibujas,
versos dulces te mando,
vientre de tu dolor
quisiera ser.
silencios diarios de tu dolor,
Ofrendas de llanto
solo tengo para ti,
malditas guerras
que no puedo acabar,
mundo desvariado,
testigo eres
agonía de tu tierra,
todos caen,
tú también caerás.
Niño de la guerra,
dolor enterrado,
disculpas no puedo pedir,
foto tuya vi,
golpe instantáneo,
me siento culpable,
otros son los culpables,
niño quisiera que fueras,
te lo dice un ser humano.
Ausente
Me ausento unos días,
saldré de este infierno diario,
junto amigo iré,
charlas casi de hermanos,
él sabe de mi dolor,
hablamos de los ausentes.
Huyendo del fuego de estas calles,
de este verano abrasador,
noches de brisa fresca,
mirando Orión,
repasando mi vida,
sueños que se fueron,
sueños suspirados.
suspiros agónicos,
cigarrillo en boca,
que nuevos tiempos,
el futuro me depara.
Hueco silencioso encuentro,
indemne todavía está,
ante tanto desvarío.
música de Chopin,
muda se queda mi voz,
ojos cerrados,
donde camina mi vida
me pregunto.
Nudos en la garganta,
tenemos los dos,
hablando amigos perdidos,
de aquellos que tragarse la vida quisieron,
de aquellos que esperanza perdieron,
de aquellos que de si esperaban lo mejor.
Y hablamos de nosotros,
eternos derrotados,
no demora el tiempo,
tanto desamparo nos puebla,
que dejar de luchar no podemos,
ausente estará unos días,
ánimos nuevos he de tomar.
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