Al calor de las noticias (lunes 30 de junio de 2014)

Hoy termina el hacer los resúmenes de prensa en la mañana, hoy empiezo a trabajar de nuevo, así que mi cita será a otras horas, y quiero hoy hacer muchas recapitulaciones, pero tiempo al tiempo, vamos a ir con toda la tranquilidad que puedo, aunque tengo que decir que tranquilo no estoy, sigo en tiempos de incertidumbre, no sé como será el próximo mes, mis tiempos de precariedad no han acabado, pero aunque con desalientos, mi ánimo en seguir dando la batalla, en estos tiempo duros, para la izquierda emancipadora, seguiré siendo testigo y sujeto dispuesto a llevar conmigo el mismo esta lucha tan desigual.

Nos encontramos hoy referencias a las crisis de Irak, de Ucrania, de la represión sindical, de las indignas condiciones laborales en Alemania que sufren los inmigrantes españoles, algo sobre los candidatos socialistas a la secretaria general, nuevas acusaciones contra Pablo Iglesias ( ahora es que pertenece a la red de apoyo a ETA, que Urkullu pide a Rajoy que mueva las cartas para dar final de ETA, y luego que Duran anda involucrado en refundar el centro en Cataluña, en tanto que cree que estamos asistiendo a un cambio de época. Asimismo el periódico la razón nos da cuenta, alborozado, que el síndrome de Down no servirá como justificación del aborto, en fin como verán ustedes nada nuevo en este final de mes de junio, por eso creo conveniente, antes que mis ocupaciones laborales me impidan extenderme mucho en mis reflexiones diarias.

Como mosca cojonera que soy, los vientos no vienen hermosos, nos andan golpeando, nos andan arrancando todo tipo de hierba que asiente nuestro pies, no veo más que gestos mediáticos a mayor gloria del coro mediático, ausencias imperdonables de los grandes temas que asolan nuestra condición humana, nada de la sinrazón democrática en la que estamos sumidos, nada de la sinrazón en los centros de trabajo, cuando se trata de ir sembrando de flores estas duras tierras, nos contentamos con dar lustre a única flor, cuando nuestra actividad política se debería centrar en el modo de hacer política en la vida cotidiana, para propiciar activa de la ciudadanía, en los grandes cambios que hemos de proceder en este mundo desvariado.

Donde el matonismo se ha extendido por doquier, como ha sucedido en los alegatos del Fiscal en el caso Urdangarín, una serie de insinuaciones, de juicio de intenciones, que no tiene otra intención que amilanar la voluntad del instructor, y obligar a la Audiencia a confirmar que nada es posible ya para juzgar a Cristina de Borbón, varias líneas rojas se han pasado ya, pero nada parece turbar el ánimo de la clase dominante y las de sus coros mediáticos, y es por eso que este coro no encuentra barreras en su despiece de toda disidencia intelectual, que va desde el menosprecio y vilipendio, o a la ignorancia total.

Son tiempo duros para nosotros los emancipadores, de las presiones exteriores que quieren hacer de nosotros algo distinto, parece que estamos en los tiempos del líder carismático que todo lo resuelve, que las organizaciones vayan construyendo en su labor cotidiana, con su labor, el dotar a los ciudadanos la capacidad crítica ante este mundo que tanto nos oprime, y la televisión es la otorgadora del pasaporte a la felicidad, los poderosos andan consiguiendo lo que se proponían, que una declaración sea más importante que el trayecto, de abandonar las más elementales reglas de lo que se puede definir izquierda, de izquierda emancipadora, hagan el favor amables lectores, que algunos de estos preclaros líderes, nos hablan de que esta crisis en las que estamos inmersos, se hace a costa de olvidarse de la contradicción esencial de la dominación y expoliación del trabajo en un centro de trabajo, y que de ahí vienen las consecuencias, me llamaran antiguo y trasnochado, pero esta es la que debe ser la principal reivindicación, de cualquiera organización que se precie de ser emancipadora, hacer visible a la clase trabajadora, donde el trabajo es una condena, donde el trabajo es el vehículo necesario de sentirse persona, dotemos de dignidad a sus condiciones de vidas, y de paso, estoy convencido traeremos algo de dignidad a esta atribulada sociedad, eso exige hacer de la lucha cotidiana, de vuestros trayectos, de nuestros trayectos, y por eso es que voy a caminar unos días en compañía de la denostada clase obrera, a empaparme des sus dolores y sus esperanzas, a escucharlas sin prejuicio alguno.

Luchar contra la precarización, el trabajo mal remunerado, para intervenir realmente en el conflicto en el centro del trabajo, es preciso llevar el mensaje que la persona-trabajador pueda realizar su propio trayecto de vida, y para eso es necesario valorar bien que es cultura, por eso mi concepción es que la cultura es una consecuencia del trabajo, digo más, del trabajo acumulado, en tanto que nuestro desposeimiento cultura es algo que viene dado por la estructura capitalista.

Intentan y consiguen, la mayor parte de las veces, que nuestros conocimientos vengan dados a partir de la realización de unos monótonos y repetitivos movimientos, en donde nosotros trabajadores debemos aportar nuestra manera de ver las cosas, y trasladar a la sociedad la importancia de nuestra aportación, considerarnos digno de hacer las labores que hacemos, en tanto que la cultura es algo cualitativo; necesitamos saber más de nosotros mismo, sobre lo que hacemos, sobre qué consecuencias tienen lo que hacemos, estoy intentando explicar que es nuestra cultura, y la necesidad de hacerla visible, y es así que para eso no sirve una televisión, basada solo en el instante, es una labor de ir acumulando esfuerzos, y toda labor emancipadora no puede eludir tal condición, son tiempos duros, pero todo esfuerzo de conservar edificios es un acto en si mismo emancipador, pasar a la resistencia activa, sin haber afianzado la resistencia pasiva, será como dar un gran salto en el vacío.