LA AGONIA EUROPEA: ENTRE BERLUSCONI Y EL OTRO LADO DEL MEDITERRANEO

 

El origen de la crisis

Ya han pasado más de veinte años de la caída del muro de Berlín, y lo que se presento como la muerte del comunismo, se ha convertido en uno de los peores sueños, eso que se dio en denominar Estado del Bienestar se nos está marchitando entre nuestras manos, pero si este sueño fuera horrible, estos últimos años también está arrasando base capitales del Estado surgido de la revolución francesa. Son muchas las crisis que nos afectan, tenemos durante estos años las sucesivas crisis económicas, pero también tenemos una crisis política de enorme calado, y por eso he acudido a Berlusconi como símbolo político de este período, que expresa más bien la desazón, el sinsabor de estas décadas ultimas.
Si repasamos esta crisis última, entiendo que debemos distinguir dos fases diferentes, a la par que racionales para socavar los últimos bastiones del estado del bienestar; por una parte, tenemos la primera fase, que se forma a partir del desmoronamiento financiero, que tienen su origen en las hipotecas “sub-prime”, y para que ustedes entiendan como funciono este mecanismo, consistiría en que por cada dólar circulante basado en el PIB de cada estado, había en circulación 20 dólares simbólicos (dinero, acciones, préstamos, títulos, bonos, derivados…). Esta ecuación, esta relación denota un punto importante en esta crisis, como es el sometimiento al capital financiero. Del otro lado, como esta crisis inicial se produce el otro fenómeno esencial para entender esta crisis, que es que cada estado europeo acudió a un endeudamiento público de gran calado, tanto en EEUU, como en la zona euro, y aquí va a venir la gran diferencia entre uno y otro lado, EEUU si tiene mecanismos, margen de maniobra propio por si mismo; mientras que en Europa, debido a los fuertes corsés del Tratado de Maastrich, tuvieron que eludir con subterfugios, que no hizo otra cosa que desbordar los compromisos estatales y el PIB. Y evidentemente eso se ha transmitido en un fenómeno evidente, mientras que los estados más fuertes pueden acometer esta crisis (léase Alemania), en los países periféricos, al carecer de moneda propia, es decir, el propio euro les ha cortado las manos para hacer frente a la crisis, y resolver la crisis como se resolvió en el primer lustro de los años noventa.
¿Quién es el gran beneficiario de esta crisis? A estas alturas ya nos cabe la menor duda que los grandes beneficiarios de esta crisis son los bancos, tanto en la especulación financiera del PIB como en las deudas estatales, contribuyen aún más en reforzar el gran negocio de la banca mundial (un pequeño ejemplo lo tenemos en España con las cajas de ahorro como vestigio de cierta banca pública), y como excusa necesaria para recortar los programas estatales derivados de sus compromisos constitucionales, es decir, en recortes de nuestros derechos sociales ( educación, salud, jubilaciones…), en tanto que los bancos reclaman que esos gastos del Estado vayan encaminados a reflotar sus activos, es decir, han generado una tormenta perfecta, ellos que provocaron la crisis, son los grandes beneficiarios de ella…, esa es la lógica de esta crisis, y en ello se demuestra que no tiene nada que ver con el sentido común y la justicia, en definitiva esto es el capitalismo.., desposeído de ese carácter humanitario, que sus propagandistas nos inyectan en vena a través de los medios de comunicación.
En la Edad Media los siervos de la gleba pagaban fuertes impuestos al señor feudal. No importaba si este hacía las cosas bien o mal, si era generoso o injusto, amable o tirano. Se pagaba o se moría. Ahora es muy parecido. Los europeos tendrán que sufrir privaciones para cubrir las pérdidas de los bancos, generadas por las deudas estatales impagas, que son producto, a su vez, de la escalada especulativa. Los gobiernos de España, Italia, Grecia, Portugal, Irlanda, Islandia y los países bálticos repondrán a la banca tanto el capital prestado como las ganancias no realizadas. Y pagará el ciudadano.
Aparte de esta exacción colectiva, la mayoría de los bancos privados de todo el mundo lava el dinero negro de la venta de drogas, de la evasión impositiva mundial y del tráfico ilegal de armas, que suman unos 6 billones (millones de millones) de dólares/año. Es el corazón negro del capitalismo. La comisión anual de la banca por este servicio es del 16 por ciento, casi otro billón, limpio de polvo y paja. Esto deja claro quién manda en los Estados Unidos, en Europa y en el mundo.
Veintiún años después de la caída del Muro se advierte que el estado de bienestar sólo fue un escudo de protección contra el avance (real o imaginario) del comunismo,  y que el publicitado “capitalismo con rostro humano” de la socialdemocracia tuvo más que ver con el miedo que con el humanismo. Hay una relación directamente proporcional entre la implosión del estalinismo y la caída progresiva del estado de bienestar en la Unión Europea, que la crisis del euro aceleró. Como la socialdemocracia no ha podido desarrollar políticas independientes, la crisis la igualó con el liberalismo. Las próximas elecciones, de cualquier tipo, tanto europeas, como estatales, como regionales, como locales, medirán el repudio popular ante semejante abandono.
Si la historia la escriben los que ganan, la economía la deciden los que mandan, que es casi lo mismo pero en tiempo presente. En el capitalismo de las últimas décadas las finanzas mandan, la producción obedece y  los políticos siguen aportándole dinero público a la banca privada, mientras que en la otra balanza aumentan los desocupados, se congelan los salarios y se desmonta ladrillo a ladrillo la mayoría de los beneficios sociales acumulados durante más de medio siglo. Alemania reducirá el gasto social en 110 mil millones de euros; Francia en 100 mil millones. Otro tanto harán Italia, España, Inglaterra, en fin, todos. ¿Con qué recursos lo hacen? Es un secreto a voces: con lo que queda del estado de bienestar.
 

LA CRISIS EUROPEA

Y con Europa, que nos pasa; todos expectantes en su prolongada y larga agonía, herida de muerte por su nulo apoyo popular; incapaz por estimular la participación colectiva y me temo que tampoco busca, creo que se conforma con ser una elite dominante, y así escapar al control real de los ciudadanos, así es que se convierte en el sueño de las elites dirigentes; de este modo ha construido una costosa burocracia, en la que todos los europeos participamos, pero sin conocer verdaderamente donde nos quieren llevar.
Este complejo burocrático, avanzadilla de las transnacionales que gobiernan el mundo, bajo el barniz de un discurso humanista, y bajo una apariencia democrática, pero como toda elite, incapaz de dar cuenta de sus quehaceres, mina la misma esencia de los valores democráticos. Nada escapa a estos “gobernantes”, so pretexto continuo de defender los valores humanistas de la revolución francesa, uno va escarbando levemente, pausadamente, y ahí vemos la perversión de su discurso, lejos del humanismo, lo que se plasma es una continua obsesión de desmontar todos y cada uno de los pilares, que este pequeño lugar del planeta ha ido construyendo desde la revolución francesa, con numerosas guerras, numerosas luchas por construir un mundo mejor para el conjunto de sus ciudadanos. Y viendo la actual crisis, uno ve más diáfano dicho discurso despótico, orgullosos ellos de haber propiciado este autentico vaciamiento de las instituciones democráticas, y parece que nada ni nadie puede evitar esta imparable y triste caída.
Uno no puede más que amargarse, apenarse, abatirse, por tantas oportunidades perdidas para haber establecido una Europa Federal, basada en los principios de la revolución francesa, en tanto que es evidente que solo esa organización política podría resolver los gravísimos problemas sociales, ecológicos, que están socavando los pueblos de Europa, capaz de haber servido como contrapeso a un imperio arrogante, y dominador como nunca de un discurso agobiante y asfixiante, que so pretexto de ser el nuevo pueblo elegido, y hacer el mundo a su entera semejanza, y que pese a este breve interludio de Obama ( que ha sido como un azucarillo en una taza de café), en donde el fanatismo ha alejado toda capacidad crítica, y esto lo digo en relación con ese imperio de denominar a Obama como socialista o como hombre de izquierdas, es el precio a pagar por esta la locura de la sinrazón, que va mas allá de todo análisis racional.
Debido a que son pocas las líneas, y porque no decirlo, a que yo no me veo capacitado en estos momentos para enumera todos y cada uno de los elementos, que han producido el vaciamiento de la democracia. No hace falta ser un investigador profundo, basta con vivir la vida, y constatar que estamos en un periodo, donde las elites dirigentes de cada estado se encuentran fuertemente desprestigiadas, que los ciudadanos son convocados a votar cada cierto tiempo, pero luego no se han buscado, ni creo que lo busquen, en las que nosotros nos veamos involucrados, todos los discursos políticos actuales, todos los discursos de los bancos centrales, todos los discursos de la prensa económica, tienen el mismo común discurso, y que curiosamente posee un cariz religioso esplendido, todos los sufrimientos que padecemos ahora, serán los prolegómenos de un futuro lleno de felicidad, pero enseguida que vienen esos tiempos dorados, unos se enriquecen y una gran mayoría de la población sigue soportando los mismo niveles de esa riqueza rayano con la pobreza. En estado de malestar social es lo que nos encontramos en la actualidad, lo cual ha producido de amplias masas de los escrutinios electorales, ese continuo acercamiento de la participación electoral de los EEUU, que gira en torno al cincuenta por ciento de los ciudadanos, y donde los poderes económicos se encuentran disfrutando y gozando de su inmenso poder inundan de sus “subordinados” en cualquier lista electoral; así ocurre en la vieja Europa y la nueva Europa, que una vez “liberados” del comunismo, han recorrido este camino con una velocidad nunca conocida.
Y no quisiera dejar pasar la oportunidad de nuestro gran discurso exterior, que no ha sido otro que es de ser unos meros subordinados de EEUU, que vienen en relación con la invasión iraquí, y so pretexto de esa guerra, no han hecho otra cosa que menoscabar derechos fundamentales, y que todo ese ingenio no se haya trasladado en el preparación de fuerzas capaces de afrontar las desgracias naturales, como inundaciones, terremotos, huracanes; y no solo hemos pasado en esta fase de ese estado de postración, hemos pasado a otra fase en relación con los sucesos norteafricanos, ni hablamos, ni se nos espera.
Y eso sin hablar apenas de la cuestión de la inmigración, no tenemos otra política de que dejar en manos de los estados fronterizos de mar Mediterráneo, nuestro enfermizo proceso de quedarnos aislados en esta absurda isla que algunos pretenden, todo es discutir sobre normativas para restringir el paso, pero toda medida en ese sentido será aniquilada por el mero paso del tiempo, todos sabemos que es así, pero como buenos avestruces no queremos levantar la vista en la evolución de estos nuevos tiempos. Esta Europa prefiere discutir mejor sobre el envasado de productos comerciales, que de afrontar los grandes retos europeos.
EL OTRO LADO DEL MEDITERRÁNEO
Y de repente la historia se vuelve a cruzar sobre nosotros, acostumbrados a historia de buenos y malos, de que esa “podredumbre” que era el islam para los habitantes de unos países, ese choque de civilizaciones barruntado por “excelsos” articulistas, filósofos, historiadores; ahora vemos que mujeres y hombres, jóvenes y viejos, en fin amplias capas de unas poblaciones hastiados de tanta pobreza, hastiados de unos gobernantes de darles unas mínimas condiciones de dignidad, se han lanzado a las calles, para lanzar un grito de esperanza.
La chispa de inmolación del joven tunecino Mohamed Bouazizi ha prendido desde el secarral de paro, de una dictadura y de la corrupción latente, que se ha convertido en una mancha de aceite desde el Atlántico a importantes zonas de la península arábiga.
Todas estas llamas se han llevado por delante a los dictadores Ben Ali y Hosni Mubarack, y ahora el dictador Gadafi ha embarcado a sus habitantes en los albores de una guerra civil, y desde un humilde observador de ciudadano interesado por los problemas del mundo, no puede sino aventurar un trémula sonrisa ante ese entrañable espectáculo de nuestros gobernantes y de nuestros medios de ocupación, que gozo leer que los guardianes de nuestros intereses en esa zona del mundo, se hayan convertido de la noche de la mañana en dictadores, véase sino la reacción de nuestro presidente actual como el anterior con relación a Gadaffi, ejemplo claro de la ignominia europea ante esta situación, ejemplo claro de la pobredumbre de nuestras elites gobernantes. Y qué decir de nuestros medios de comunicación, ahora todos volcados en favorecer la democracia en estas zonas, y entonces la vergüenza de sentirse europeo se convulsiona, los mismos señores que hasta hace días negaban la posibilidad real de que islam y democracia eran incompatibles, de que los que, por unas razones u otras, eran musulmanes, se les negaba su capacidad de envolverse en regímenes democráticos, los mismos que cargan contra los turcos en Alemania, los mismos que cargan contra el gobierno de Erdogan en Turquía, los mismos que cargan contra la inmigración norteafricana, so pretexto del islam, y esos mismos que dan su apoyo ahora a los que han prendido la mecha de la libertad, lo cual prueba no solo su inmundicia intelectual, sino mas bien guardianes de una fortaleza, que ellos se aprestan a defender la fortaleza europea, sea cual sea el precio a pagar por ello.
No se que les puede deparar el futuro a los habitantes de ese rincón del mundo, puede ser que solo se quede en un amanecer, a lo mejor solo duran unos meses, a lo mejor duran unos años, a lo mejor dan lugar a regímenes dictatoriales de otro signo, yo no soy como esos grandes prebostes de la comunicación, yo no tengo la bola de cristal de ver que ocurrirá el futuro, prefiero que la vida vaya transcurriendo, y que en cualquier esquina nos encontremos con sucesos que nos vuelven a reconciliar con el género humano, en tanto considero que aunque fracasen hoy, son estas luchas las que curten la historia de la humanidad, y que por fin se encuentra en este mundo pueblos en los germina la voluntad de la esperanza, lo cual me complace con una satisfacción que me desborda.
Y esto como es percibido estos movimientos por el conjunto de la ciudadanía europea, pues no tengo la menor idea, creo que estas noticias son pocas seguidas por la gran mayoría de la población, que solo es una minoría la que se encuentra interesada en ello, más bien que la gran mayoría se muestra indiferente, solo está interesado en cómo sobrevivir a esta crisis económica y narcotizarse con el gran circo de la televisión, esa es mi impresión, quizás equivocada, quizás desengañado ante esta triste Europa.
Ahí está nuestra elite gobernante, que haciendo vista gorda ante las continuas violaciones de los derechos humanos, y de su paralela cleptocracias, que en forma de petrodólares, en forma de fondos inundan alegremente la marea financiera europea, para sostener el embate de la crisis, mientras que a otros se les asigna de proveernos de nuestras fuentes de energía y el control de los flujos migratorios, donde se encontraban esas cláusulas a favor de los derechos humanos, pero que comprendo ahora que no era más que la pantalla de esa doble moral, ejemplo vivo de cuanto detestan nuestras elites los valores de la ilustración, de cuán lejos nos encontramos ahora de los sueños emancipadores en este pequeño rincón del mundo
Estos cambios profundos denotan otro aspecto fundamental, nuestras elites gobernantes, nuestros medios de comunicación, ha sido ignorar lo que ha estado pasando estos últimos tiempos, toda esta revolución tecnológica ocurrida en el mundo, quizás muchos esperaban que la reacción de los pueblos ante la miseria a las que estaban condenando sus dirigentes, es que desde su condición de musulmanes han optado por reivindicar los principios de la revolución francesa, y ante esta marea humana los reivindicadores de los regímenes teocráticos han desaparecido, lo cual no quiere decir que no existen, estarán como buitres acechantes esperando su momento oportuno… En las manos de sus pueblos y de nuestra solidaridad con ellos está en que se conviertan en el sueño de unos años duros que vivieron estas poblaciones, autenticas víctimas de estos regímenes y de los “salvapatrias” musulmanes.
Menos evidente, pero no por ello menos cierto, es el hecho de que esa actitud no es tan realista como pretende. Parte de un peligroso despropósito: el inmovilismo de los regímenes norteafricanos, su enroque en el autoritarismo y la cleptocracia, no hace sino incrementar la frustración e indignación de sus pueblos, alimentando tanto las pulsiones migratorias como el extremismo político. Pero hay más: la visión oficial europea ignora los profundos cambios registrados en el norte de África en los últimos tiempos. Para empezar, la emergencia de juventudes urbanas con estudios primarios, secundarios y hasta universitarios, y con acceso al mundo vía la televisión por satélite e Internet. Y así vemos estos días cómo en Túnez y Egipto decenas de millares de chavales reclaman que se les trate con dignidad y se les permitan las libertades básicas existentes en Europa y América. Volvieron a repetirlo ayer los manifestantes de El Cairo a cualquier periodista occidental que les ofreciera un micrófono. Para sorpresa de muchos, los manifestantes de Túnez y Egipto no piden Gobiernos teocráticos; los temidos islamistas están inicialmente ausentes de sus protestas.
Ahora muchos ya empiezan a reclamar la intervención militar en Libia, creo que nada sería peor, sería alentar a esos buitres callados, lo que debemos aportar es nuestra solidaridad, es decir apoyar a los insurgentes, pero que sean los propios libios los que deban decidir su futuro, solo debemos hacer eso, pero mucho temo, que para limpiar nuestro “pasado impoluto” y de ese deseo innato de propagar nuestros valores a base de bombazos. No podemos ni debemos olvidar que esas mismas poblaciones que se han levantado contra sus regímenes, son las mismas que en su día se levantaron contra la invasión de Irak.
¿Qué quiero decir con esto?, pues eso que vayamos con cuidado, no olvidemos que los mismos que alentaron la invasión de Irak, los mismos que nos previenen contra el islam como factor disolvente de los valores europeos, los mismo que consideraban inevitable el choque de civilizaciones, son ahora los mismo que preconizan la intervención militar en Libia, es decir los que sostuvieron ese régimen atroz, son los mismo que reclaman su disolución, perfecto ejemplo de lo que me decía un viejo amigo “ver para creer”.
Y es este otro elemento que cabría analizar a fondo: la probabilidad de que haya comenzado el reflujo de la marea islamista iniciada en los setenta y ochenta del pasado siglo con la revolución iraní del ayatolá Jomeini y el asesinato del rais egipcio Sadat. La vida es móvil, lo que sube baja, el análisis de ayer puede no servir para hoy. El temeroso pasmo europeo ante las revueltas de Túnez y Egipto contrasta con una más afinada actitud norteamericana. Obama en persona ensalzó el martes la lucha tunecina por la libertad, y, el miércoles, su Administración, pese a que Egipto es para Estados Unidos clave en la seguridad de Israel, instó a Mubarak a ser "receptivo" ante las "necesidades legítimas" de su pueblo y subrayó su apoyo a los "derechos universales de libertad de expresión, asociación y reunión".
Pero lo que podemos creer en un nuevo rumbo de los gobiernos occidentales, se quiebra a los pocos días, y ahí se desvanece (de nuevo) nuestra voluntad democrática, y emerge nuestra hipocresía ante los sucesos de Libia, podíamos resumirlo de la siguiente manera, pase lo que pase, necesitamos aprovecharnos de los recursos energéticos y de que Libia como Marruecos, sigan siendo un filtro para nuestra emigración, poco importa la consideración que merezca Gadafi, lo importante es quien sea quien sea el gobernante quede garantizado el actual “statu quo”, y en lo que parece , para escarnio y regocijo de unos y otros, es que Gadafi seguirá en el poder, no se cuanto tiempo, pero seguirá.
Pero creo que tanto nuestros intereses económicos como nuestros miedos a que eso sería romper el “statu quo” de Oriente Medio, es decir, el peso que debe tener Israel ante la marea que se está produciendo, y eso quiero, entiendo e intuyo que es lo que preocupa a nuestras “gloriosas” elites dirigentes, que se estarán preguntando ¿Quiénes vendrán?, una buena operación de cataratas nos hace falta, lo que nos da miedo es este futuro incierto, resumiendo, la frase que algunos utilizarán en estos momentos, sería algo parecido a “más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer”, entre estas dos opciones lamentables, l más plausible vendría a ser dejarle caer como fruta madura (apoyando convenientemente el movimiento opositor, sin que se note mucho), mientras que Gadaffi nos siga garantizando nuestros intereses estratégicos.
 

LOS PARADIGMAS  EUROPEOS

Espectro de la derecha
Y aquí en Europa, esta izquierda transida de dolor, estupefacta, y con cierto olor a naftalina, con una izquierda emancipadora plena de crisis, y sin saber claramente como incardinarse en esta sociedad capitalista actual, y esa crisis deviene tanto en la caída del muro de Berlín, lo cual ha ahondado mas nuestras perplejidades, entre aquellos que añoran, así es añorar ese modelo bipolar sobre el que se ausento esa edad de oro, que se convirtió en el momento de más esplendor de los emancipadores en este pequeño rincón del mundo. Pero de nada valen ya las añoranzas, este modelo capitalista, como vulgar “Deep Blue”, en un partida de ajedrez, como la película “El séptimo Sello”, está destrozando todas y cada una de la piezas, en una larga y exasperante partida, creo que para regocijo de ellos, como si gozaran de esta lenta tortura para que el enmarque se su victoria sea aún mayor.
Cuál es el panorama político ahora en Europa, miremos con cierta objetividad, podríamos considerar que se podría abarcar en cuatro grupos principales, una situada en el arco más extremo de la derecha, que va ganando posiciones poco a poco. Otra parte de la derecha son los vestigios de la antigua democracia cristiana, al otro lado estaría lo que en su día fue la socialdemocracia, y en el otro arco nos estaríamos los restos del naufragio de la izquierda emancipadora, sometida a unas tensiones nunca conocidas….
Como todos sabemos esta parte de Europa se asentó sobre un pacto, construido por los partidos democristianos y socialdemócratas, apoyándose tanto en potentes partidos políticos, como de una sociedad civil donde los sindicatos constituían una fuerza poderosa, donde había que contar con ellos….
Los años fue el momento de implosión de dicho modelo, y más después de la caída del muro, las fuerzas emergentes triunfadoras van a venir a arrasar todos y cada uno de los pilares sobre los que se asentó la vieja Europa, lo que empezó como un sueño horrible, se ha convertido en una pesadilla que nos golpea continuamente..
Esta crisis ha invadido a la democracia cristiana, otro de los pilares que sostuvo el estado del bienestar, pues que se va derrumbando, todavía con importantes resortes, pero denoto la debilidad avanza por doquier, comparen ustedes las medidas de Adenauer y Merkel, y se darán cuenta de ellos, o bien comparen la corrupta Democracia Cristiana Italiana con Berlusconi, la comparación no puede ser más atroz. Y de ahí algunos tendría que deducir una cosa, y profundizar alguien, yo no tengo ni los instrumentos ni el conocimiento necesario para hacer una prospección en ese sentido, pero mi intuición va en el camino siguiente : si al capitalismo fordista tuvo un paradigma político, al capitalismo financiero le correspondería otro paradigma político, y ahí deviene mi inquietud de los nuevos tiempos, en ese magma de Merkel, Sarkozy, Berlusconi…., cuál de ellos resultaría ganador, creo que ninguno, todos parecen que van a ser pastos de los nuevos dueños del casino.
Y si el capitalismo financiero necesita un paraguas político, cual podría ser, creo que estamos asistiendo a su eclosión definitiva, miremos a uno y otro lado del atlántico, y nos daremos cuenta que ese germen lo tenemos ahí y cada días más fuerte, miremos primero en el otro lado, contemplemos con que se han hecho ya con el control del partido republicano, y sus componentes ideológicos son bien definidos: capitalismo a marcha martillo y valores religiosos profundos, son sus dos grandes pilares, y sobre que se apoya, fuerte desmovilización de los habitantes, constitución de una elite que nos dice lo que es bueno y malo, y una fe en el futuro ilimitado, dado que no pueden “vender” el presente, todo su discurso se idealiza en un hipotético mañana en que todos seremos más ricos y más felices por la gracia de Dios y por que el capitalismos es la nueva utopía que todo lo curara.
Y que tenemos aquí, pues sobre los restos del fascismo y el nazismo europeo ( pareciera que la vieja europea se olvidara, que fue en el seno de nuestras sociedades donde germino tal barbarie), sobre el tradicionalismo católico, y abrazando como han hecho en el otro lado, asumir el potencial “redentor” del capitalismo, que describimos unas líneas más arriba, se disponen a una lucha mas difícil que sus correligionarios americanos, primero sería borrar del mapa los restos de la izquierda emancipadora, luego ir derechizando mas a la socialdemocracia y posibilitar a gran velocidad en una convergencia entre los antiguos socialdemócratas y democristianos, vamos, un panorama político parecido a los americanos, y claro esta nadas de avanzar en el sentido de unión europea, todos juntos pero no revueltos, no sea que un día desde Europa se decidiera a enfrentarse al capitalismo financiero. Muy mucho me temo que este conjunto de fuerzas serán más fuertes en los próximos años, en tanto que muchas capas de la población están pasando a ser avestruces, han abandonado su lucha pública para pasar a ser una lucha privada.
Espectro de la izquierda
Estas breves líneas, quizás alguna vez sean más extensos, son fruto de mucho dolor, a la par que mucha esperanza, porque es lo que sale de mis entrañas, de mi corazón y de mi pensamiento, es decir, que me encuentro en una fase de profunda tristeza, por el devenir del conjunto de la izquierda, cada una con sus propias crisis, cada una con sus propias debilidades, cada uno con sus pasados, y lo más triste de todo, sin ningún proyecto de futuro esperanzador, seguimos siendo como Lot esculpido en estatua de sal mirando la ciudad de Sodoma, y eso es para mí lo más duro de estos años, añoramos el tiempo de la edad de oro del capitalismo europeo, es decir, el estado del bienestar.
¿Qué le ha pasado a la socialdemocracia? Tengo la convicción de que no creyó que la caída del muro de Berlín no iba con ella, que seguiría con su misión de mantenimiento del “statu quo”, los hechos están demostrando todo lo contrario, no solo por que vaya girando más hacia la derecha, sino que se ha convertido en una maquinaria más débil.
Lo que los socialdemócratas creyeron que iba a suponer la muerte de la izquierda emancipadora, ahora en muchos de ellos se está convirtiendo en un mal sueño, y en ese afán acomodaticio que siempre fue la socialdemocracia, creyeron que era mejor derechizarse algo más, vana ilusión, el precios de estas nuevas hordas exige también su aniquilación, cualquier mecanismo que ponga en duda los principios sagrados de su capitalismo, así que ellos sentirán la pesadilla que la izquierda emancipadora está sintiendo ahora, no comprendieron que esta vorágine iba también a por ellos, y por lo que se ve no poseen tampoco armas para contener esta marea, véase sino los ejemplos de Obama y Zapatero…, a los que el capitalismo financiero ha derrotado y le rendirán pleitesía continuamente.
¿Y a la izquierda emancipadora?, yo que me reclamo heredero de la tradición emancipadora, que deseo un sociedad más justa, más libre, pues me encuentro en un estado de abatimiento, de desesperanza; pero a la vez pienso, repienso que la única manera de salir ello es levantar la bandera de la emancipación, en el siglo XX era la consciencia de que se debería transformar el capitalismo, hoy quizás todo nuestro martirio radique en que es todo punto imprescindible transformar el capitalismo, si es que el ser humano quiere seguir siendo libre y seguir viviendo en este planeta….
Y miramos en nuestro derredor, y vemos a los ecologistas, a comunistas de distintas tradiciones, algún residuo del anarquismo, y todos en una incapacidad de elaborar un nuevo discurso emancipador..., uno revisa muchos escritos y parece como si la caída del muro de Berlín no nos hubiese incumbidos, y perplejos ante el fracaso de todas y cada una de las revoluciones emprendidas, unos siguen pensando que es el capitalismo es el enemigo de esas revoluciones, lo que no deja de ser una afirmación evidente, pero algo habrá hecho esos gobernantes, de esas revoluciones, para todo se haya venido abajo como un terrón en una taza de café. Y me viene al recuerdo uno de los argumentos de Karls Marx, el se maravillaba de la capacidad del capitalismo de crear riqueza, lo que deseaba era que ese creación de riqueza fuera puesta a disposición de todos los ciudadanos, supimos crear miedo en el capitalismo, pero fuimos incapaces de crear riqueza….Por ahí deviene creo yo una de nuestras crisis.
Luego tampoco las experiencias, claro referidas a la Alemania, de los ecologistas no nos llaman mucho a la esperanza, en los que no han pasado de ser como los socialdemócratas, en unos meros del capitalismo, y que sus medidas no van mas alla que la detener los efectos medioambientales del capitalismo, aun no escuche una visión de cómo ellos ven y que proponen en relación con las condiciones de trabajo, en donde no se mueven mas allá que las conquistas del estado de bienestar...
Y a los herederos del comunismo que les ocurre, pues que se debate entre entre la añoranzas de las revoluciones del siglo XX, todavía se pueden leer textos en los que se reivindica esos regímenes políticos, y los que ese movimiento fue expulsando, que se convirtieron en sus mayores críticos, pero creo que siguen nostálgicos de esa criticas…., y tengo la convicción de que entre esos herederos, de esos edificios que sucesivas generaciones han sabido mantener en pie, es donde tiene que desarrollarse el nuevo discurso emancipador, esa esperanza tengo, y esa esperanza es la que me mantiene como militante de una organización emancipadora, y por eso desde aquí reclamo la constitución de una fuerza emancipadora europea, como germen de una nueva internacional emancipadora, la necesitamos más que nunca para enfrentarse a los retos de una humanidad, que transita rauda y veloz a una democracia estética, pero vacía de todo contenido emancipador, como mucho oropel por fuera, pero laminadas cada uno de los textos constitucionales que un día existieron Europa, después de la segunda guerra mundial.

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