Un día de cumpleaños

Me despierto sobresaltado otra noche, veo que son las cuatro de la mañana, y se  ya que dentro de una hora, sonara fatídicamente ese trasto denominado reloj, y que sonara ese crujido centelleante, al que la gente denomina despertado, y eso me lleva a la conclusión, que no debo llamar a Morfeo, para que me acoja en sus brazos, y, como siempre que esto ocurre, no se me ocurre otra cosa, que engancharme los cascos, para ponerme música,  que me haga pasar este ratillo, a la espera que me levante e  pos de otro día de trabajo, otro día de monotonía, enclaustrado en esa oficina, que odio profundamente…..
Me levanto, me ducho,  me tomo mi desayuno, ya mas suave, debido a que el viernes, ya me dijo el doctor que tenia colesterol..
Llego como siempre temprano, como siempre, y como todos los lunes, siempre el primero, y esperar que todos al llegar, me dieran los buenos días, e invariablemente como todos los lunes, todo el mundo me dedica los buenos días; claro que ellos no saben como odiaba los lunes, y mas un lunes que coincidía con esa fecha del mes de febrero, sabiendo de antemano que nadie se acordaría de esa fecha.
Pasan al lado de mi mesa, la mujer de la limpieza, mis compañeros de trabajo, mi jefe (por llamarle jefe a ese encargadillo engreído), y como todos lunes reunión de trabajo, en la que todo se dice, y nadie rechista, y en la que nunca queda claro lo que vamos a hacer en la semana… y siempre saldré maldiciendo esas reuniones, hechas en loor de ese encargado y tortura para cualquier empleado sensato…
Esta mañana esperaba otra cosa, pero vanas esperanzas de que ocurriese algo extraordinario, novedoso, y eso que era una fecha oportuna, para que sucediese algo que nos sacara de nuestras anodinas reuniones.
Transcurre la mañana, transcurre la tarde, y por fin. como cada día, llega el oportunos timbres y la oportuna voz digital, que nos dice que ese maldito lunes  ha acabado…
Raudo y veloz me encamino a casa, cojo  mi metro, me coloco mis auriculares, para escuchar por enésima vez las dos canciones que me gustaba escuchar en esa fecha “Wonderfuld Tonight” del Clapton, y “Wonderful World”, y tatarear como un descosido esa preciosa estrofa que dice “My darling, you were wonderful tonight/Oh my darling, you were wonderful tonight.”. Creo  que alguna mirada me esta diciendo “Este tiene plan esta noche”, pero le diría “cuan confundido andas”, siempre desde que perdí a mi amada, canturreo esas canciones, quizás con eso me haga levantar el animo, de  que un día fui un hombre afortunado, que merece la pena la vida por vivir esos momentos…
Era ese día, siempre ese día, en el que al levantarme, ella me ponía la canción de Armstrong, y a la noche la canción de Clapton, pero esos años ya pasaron, y espero con ansias, que esos días, que esas noches vuelvan a venir a mi vida…
Llego ansioso a casa, para abrir el ordenador, y por lo menos encontrar en los correos electrónicos, encontrar algunos mensajes, en que esos entes sin alma, que son las bases de datos, me enviasen unas palabras, que nadie siente, ya que ningún ser humano lo hace “motu propio”,pero que expiden sin ton  ni son, a todos aquellos seres humanos, que festejan ese día…
Pero ese maldito lunes ni eso…, la mujer que limpia mi casa, en tanto que era la semana blanca, en que los chavales no iban a la escuela…Y la mala suerte se conjuro contra mi, de nuevo, y es que jugando, tuvo la mala suerte de romperme la pantalla del ordenador, así que ni ese día tuve ocasión de que nadie me felicitara por ese día, entonces  empecé a tatarear la canción de los Secretos que dice “Y nos dieron las diez…..”, y maldije de nuevo mi existencia, nadie  se había acordado que ese día tenia un año mas.

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